
¡Una chambita! Diputados de SLP se aprueban sesionar vía home office
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 20 de octubre de 2019.- Pese a que el semidesierto del Altiplano Potosino no cuenta con exóticos atractivos naturales como las zonas Media y Huasteca de la entidad, está lleno de historia y lugares mágicos que lo han consolidado como uno de los mejores puntos para atraer al turismo.
En ello ha influido el ojo clínico que han tenido cineastas tanto mexicanos como del extranjero. Y es que de 1975 a 2019 han filmado 17 películas, una serie, un documental, dos cortometrajes, dos programas de televisión y hasta una telenovela. Además, el Pueblo Mágico de Real de Catorce, ha sido elegido como escenario para diversos videos musicales.
EL DEBUT
En 1975 el director José Bolaños Prado eligió al Altiplano como un lugar emblemático para filmar su película Pedro Páramo, con el reparto encabezado por el actor mexicano Julio Bracho.
El guion estaba basado en la obra máxima de Juan Rulfo y en la cual, el protagonista es un hombre despiadado que con las ruinas heredadas de su padre construye un imperio, se adueña de la vida y propiedades de Dolores Preciado, para finalmente hacerlo con todo el pueblo, hasta llevarlo junto con él a la miseria, la desgracia y la condenación.
En 1977, Miguel Littín, escritor chileno de orígenes palestino y griego, seleccionó a la región norte del estado para realizar el rodaje de la película El Recurso del Método que se lanzó a la pantalla grande en 1978.
También en 1977 se rodó la película Media Luna del director iraní Bahman Ghobadi.
Ocho años más tarde, en 1985, se filmó la película Puerto Escondido, del director Gabriele Salvatores y luego vendría En medio de la nada, película mexicana del director Hugo Rodríguez, de 1992 y estrenada el 28 de octubre de 1994.
También en 1994 la entidad potosina y su bello Altiplano, fueron parte del rodaje de la película Katuwira, donde nacen y mueren los sueños, del director Íñigo Vallejo y Nájera, la cual se estrenó en 1996.
Y FALTABA LO MEJOR
A finales de 1999 llegaría uno de los rodajes internacionales más importantes: La Mexicana dirigida por Gore Verbinski y protagonizada por Brad Pitt y Julia Roberts, con un presupuesto de 38 millones de dólares, lanzada al mundo en el año 2001.
Lo más importante es que esta película fue la punta de lanza que detonó el turismo en gran parte de la región Altiplano, desde Real de Catorce hasta Matehuala.
Bandidas fue una coproducción entre Francia, México y Estados Unidos en 2005, dirigida por los noruegos Joachim Roenning y Espen Sandberg.
La cinta estuvo protagonizada por Salma Hayek y Penélope Cruz. Esta película se estrenó en agosto de 2006 y su producción costó 35 millones de dólares.
En 2008 la película Desierto adentro, dirigida por Rodrigo Plá, tuvo como locaciones a parte del desierto potosino. El filme fue estrenado el 13 de marzo de 2009.
Ese mismo año, el municipio de Real de Catorce fue escenario ideal para la filmación de la película Hidalgo, la historia jamás contada, del director Antonio Serrano Argüelles.
Fueron un total de 14 las grabaciones que posteriormente se realizaron en el Altiplano, desde documentales hasta programas de televisión como el de Gringo en México, que en su mayoría se efectuó en los municipios de Matehuala, Villa de la Paz y Real de Catorce.
EL INFIERNO
A finales de 2009 llegaron a la ciudad de Matehuala el productor Luis Estrada y el actor Damián Alcázar, quienes encontraron en los municipios del Altiplano, el mejor escenario para filmar la película que en un inicio se llamaría 40 grados, aunque posteriormente sería renombrada como El Infierno.
La cinta relata la problemática del narcotráfico y el crimen organizado en México, mediante una crítica negativa hacia el gobierno en turno del panista Felipe Calderón Hinojosa, quien les había declarado la guerra. Precisamente de esta filmación se desprenden algunas historias que aún hoy causan sensación, pero que muy pocos conocen.
¿Fueron ciertas algunas escenas? ¡Claro! Una de ellas involucra al Salón México que se ubica en Cedral.
Muchos recordarán la parte de la película donde El Benny (Damián Alcázar) y Eufemio «El Cochiloco» Mata (Joaquín Cosío) estallan la cantina Salón México fue real.
El dueño del lugar, Juan, relata cómo prepararon la pólvora, la cual fue ingresada en toneles. Sin embargo, se sobrepasó la cantidad y al momento de encenderla fue tan fuerte la detonación que casi acaba con el segundo piso del establecimiento.
La cantina fue rentada por la producción, el costo diario fue de dos mil pesos, cantidad que correspondía a las ganancias que obtenía en ventas el establecimiento ese año.
En la escena donde El Benny le reclama a su sobrino El Diablito haber sido el soplón para que mataran al hijo de don José Reyes en el Hotel El Pedregal, la cadena que sale a relucir en la película, fue prestada por el propietario del Salón México y es la misma que se utilizó al final de la cinta, pero no le fue devuelta a su propietario y pasaron meses, hasta el 23 de diciembre de 2009 cuando -a través de paquetería- llegó al Salón México con un mensaje de agradecimiento por parte de la producción.
Cifras infernales
Para la filmación de El Infierno se contrató a cerca de mil extras, quienes participaron en la escena correspondiente al Grito de Independencia, rodada en Villa de la Paz. También de requirió de cientos de extras para la escena del palenque, filmada en el municipio de Cedral.
El pago para cada uno de los extras fue de 200 pesos, sin importar la duración de su actuación en la película.
Después de su presentación el 3 de septiembre de 2010, la película recaudó 82 millones 984 mil pesos.
Paradójicamente, El Infierno, a pesar de haber dejado en claro el difícil momento de inseguridad que vivía el país, tuvo un impacto importante no solo en la economía de la región sino también en el turismo que se incrementó de manera importante, hasta en un 30 por ciento.
Algunos negocios como el Salón México han visto incrementadas sus ventas gracias a su aparición en la película. Hasta 50 por ciento respecto a 2009, considera el dueño del local han mejorado sus ingresos desde entonces a la fecha.
Asimismo, se ha originó un creciente flujo de visitas de familias de diferentes estados de la República, inclusive del extranjero, quienes acuden al Altiplano para tomarse una fotografía del recuerdo en las locaciones de la película.
La cinta fue la película más nominada y galardonada en la entrega de los Premios Ariel en 2011.