
El uso del pasado
Ya hemos dado cuenta aquí del proyecto que el Ejecutivo federal ha enviado al Legislativo para el Presupuesto de Egresos en 2020 (https://sanluispotosi.quadratin.com.mx/opinion/propuesta-del-ejecutivo-en-proyecto-de-egresos-para-cti/).
Ahora, ya en manos del poder legislativo nacional, la propuesta ha sido foco de diversos análisis y estudios.
Respecto de Ciencia Tecnología e Innovación, CTI, aquí algunas cifras y observaciones.
No está de más reiterar que son varios los ramos de presupuesto federal que tienen considerado recurso para CTI; incluso SEGOB lo tuvo, pero para 2020 no hay recurso en el Ramo 04, SEGOB, para CTI.
Entre todos los ramos, el presupuesto federal de egresos para CTI se incrementa de 94 mil mdp (mmdp) a 98.3 mmdp; algo así como 4.5% en pesos nominativos respecto a 2019.
Cabe decir que en términos reales es el 3.8% con recursos totales, o sea propios sumados a los fiscales. Si solo se consideran los recursos fiscales el incremento respecto 2019 es del 3.1% en términos reales.
Hay una clara reducción respecto a 2016, casi el pináculo, cuando ascendió a 104.96 mmdp, es muy considerable. Es decir, 6.66 mmdp menos, en pesos nominativos, para 2020 respecto de 2016. Al considerar inflación y otros índices monetarios el decremento es mayor.
El presupuesto, si se aprueba como está, no será mejor que hace cuatro años.
Ahí, en el proyecto para 2020, ha habido ramos con incrementos y otros con decrementos. Sólo en educación, Ramo 11 SEP para CTI, incrementa de 37.4 mmdp en 2019 a 41.75 mmdp en 2020. El Ramo 12, SALUD, incrementa de 6.5 mmdp en 2019 a 7.3 mmdp en 2020.
Ahora bien, en específico al Ramo 38, Conacyt, la cosa no es así.
En pesos constantes, la variación real ha sido, desde 2014 como sigue: Año 2014, 40.9 mmdp (variación de 17.9%); en 2015, 43.15 mmdp (variación de 5.5%, notemos que es menor al año previo); en 2016, 41.15 mmdp (variación, – 4.2%); en 2017, 30.74 mmdp (variación del – 25.6%); en 2018, 9.47 mmdp (- 4.1%) y, finalmente, en 2019 25.65 mmdp (- 13%).
La tendencia creciente se logró hasta 2015, a partir de entonces ha habido reducciones.
Las cifras muestran porqué el año 2017 marcó un cambio catastrófico, que ha provocado crisis severa en los Centros Públicos de Investigación, CPIs, coordinados por Conacyt.
En los años recientes, 2019 y 2020 no son excepción, Conacyt ha tratado de conservar el recurso humano nacional a través del programa de becas y el Sistema Nacional de Investigadores, SNI. De hecho, es poco mayor al 60% de su presupuesto total para 2020. Esto se ha logrado ahorcando al resto de los programas; como el caso de los CPIs.
Las cifras anteriores sólo toman en cuenta las cantidades en pesos, no están relacionadas al tamaño de la población nacional.
Un cociente que incluya el tamaño de la población mostrará que el esfuerzo de recurso público federal ha sido a la baja para que se cumpla, según el mandato constitucional, el derecho a recibir los beneficios de la ciencia, la tecnología y la innovación.
Ya he expuesto en este espacio, los ciudadanos lo logramos al usar internet, telefonía móvil; al hacer un esfuerzo particular a fin de adquirir un monitor de presión arterial, etcétera.
Todo eso a pesar de un esfuerzo decreciente en financiamiento público.
El estado mexicano no está cumpliendo su parte.