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Conoce las millonarias exigencias de James Rodríguez para llegar al León
CIUDAD VALLES, SLP., 12 de septiembre de 2019.- La práctica común de entrenar en la calle, como lo hacen muchos ciclistas y corredores, a pesar de que tiene el propósito de beneficiar la salud, puede ser perjudicial por la inhalación de partículas PM2.5 que a gran escala dañan los huesos, el corazón, la piel, provocan cáncer y envejecimiento, además de incidir en problemas de sueño y en las actividades reproductivas.
La presidenta de la asociación civil Químicos en Movimiento, Fabiola García Álvarez, alertó lo anterior, tras explicar que los atletas que practican en la vía pública están en peligro porque respiran cuatro veces más, van con la boca abierta y no filtran las partículas que emanan de los vehículos que generalmente no verifican sus emisiones. “El cubrebocas no es suficiente, lo más recomendable es no exponerse”, precisó.
Las partículas PM2.5 y menores son las más dañinas para el organismo y la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha determinado que a largo plazo causan cáncer; son imposibles de ver a simple vista, y precisamente por su tamaño diminuto van directas a los pulmones, ingresan hasta los alveolos, que es donde ocurre el intercambio gaseoso, y se trasladan al torrente sanguíneo.