Guerra de odio, genera destrucción de santuario a la Santa Muerte

RIOVERDE, SLP., 6 de septiembre de 2019.- Luego de publicarse en distintos grupos de redes sociales la destrucción de un altar y la imagen de la Santa Muerte, ubicado en un sitio muy popular a un costado de la carretera federal 70 a la altura de la comunidad de Cañada Grande, se ha generado una guerra de odio y venganza que son evocadas por ciudadanos a favor y en contra de esta fe, no aprobada por la iglesia católica.

Esta semana, el altar de 1.20 metros de altura, construido con block y que tenía imágenes religiosas de la virgen de Guadalupe y San Judas Tadeo, fue derrumbado y en el interior se apreciaba también en pedazos la polémica imagen, que en los últimos años se ha extendido su veneración.

De acuerdo con el sitio Aciprensa, en un artículo de P. Jil Portilla, exorcista para la II Vicaría de la Arquidiócesis de México y especialista en el tema, “La Santa Muerte no tiene absolutamente nada de santa. La muerte no es un ser, sino un acontecimiento. Significa la ausencia de vida, es decir, que una persona se ha quedado sin vida”.

El experto señaló que las imágenes de la muerte representan las obras del demonio. Por lo tanto, el que adora a la muerte, adora al demonio y sus obras, además que la Iglesia no ha aprobado nunca el culto a la Santa Muerte. Se debe tener cuidado porque existen falsos sacerdotes en algunos lugares que se hacen pasar por iglesias católicas y que dan culto a la muerte.

Las redes sociales se inundaron de comentarios como los de Bella Cisneros, quien escribió, “Personas que destruyeron parte del altar de mi santísima, aténganse a las consecuencias porque no destruyendo algo que se construyó con mucha fe y adoración no se acaba así se reconstruirá y quién derrumbó el altar son personas que piensan en lo malo que les ha pasado en su vida, piden a gritos no estar en este mundo así que prepárense para lo peor porque nadie se mete con mi niña sin ser castigado”.

El altar ya comienza a ser levantado nuevamente en el mismo sitio, un alejado terreno entre las comunidades de Tanque de San Juan y Cañada Grande en el kilómetro 179 de la supercarretera federal 70.