Jugando con México
A Martí Batres Guadarrama le ha salido el tiro por la culata.
Tomó su rifle político, apuntó, intentó disparar y ahora le voltea el golpe.
No tuvo el respaldo de ya saben quién y ahora revira:
Ricardo Monreal Ávila es legislador porque Andrés Manuel López Obrador lo mandó al Senado de la República, donde es coordinador de la bancada del Movimiento de Regeneración Nacional (Morena).
¿Y él por qué es senador?
¿Por méritos propios?
Es obra del mismo dedo: lo hizo presidente fundador de ese partido.
Aquí, en Teléfono Rojo, dimos la primicia.
Él intentó desmentirnos con una mentira:
-Yo sigo siendo perredista…
Pero días después tomó posesión con la simple encomienda de su patrón de atender a quienes se acercarán porque el jefe máximo se reservaba la estrategia interna, la promesa de cargos y la designación de dirigentes estatales.
-Tú sólo coordínate con ellos.
Como sea, cumplió la instrucción y luego el mismo dirigente, pasado su período estatutario, lo pasó de dirigente nacional a dirigente capitalino y ahí fue, a donde lo mandó el patrón.
Luego el mismo dedo lo mandó al Senado y, una vez más, lo favoreció con el ungimiento de presidente de la mesa directiva, cargo por cierto desarrollado con decoro durante un año y reconocido por los suyos y los ajenos.
Pero…
TODAS LAS BANCADAS CONTRA ÉL
Martí Batres Guadarrama no supo entender los mensajes.
Ya no tuvo el señalamiento celestial y era necesario oxigenar la conducción del Senado de la República para mandar un mensaje de apertura y proyectar a otros también favoritos del señor.
Democracia, le llamó Ricardo Monreal Ávila.
Y el zacatecano sondeó y optó por la tabasqueña Mónica Fernández Balboa y ella será la presidenta ya no por voluntad personal de Monreal Ávila, sino porque ha sabido generarle consensos.
Y aquí le va: ya los tiene a todos.
Por ella votarán los senadores Morena, de Acción Nacional (PAN), del Partido Revolucionario Institucional (PRI), del Partido del Trabajo (PT), de Encuentro Social (ES), de Movimiento Ciudadano y el resto del Partido de la Revolución Democrática (PRD).
Salvo, claro está, algunos propios y otros ajenos como la panista Xóchitl Gálvez.
Más datos:
Si Martí Batres Guadarrama tenía alguna posibilidad de ser presidente y conducir los trabajos parlamentarios -en períodos ordinarios o hasta en la Comisión Permanente-, ya la perdió.
A esa posición va el oaxaqueño Salomón Jara.
Y para desgracia de Batres Guadarrama, todas las bancadas han decidido arropar a Monreal Ávila y darle su respaldo y ese respaldo se pulsará en la votación en horas para acabar con el diferendo impulsado por quien se decía encarnar la voz y la voluntad de ya saben quién.
NO CONVENCE A HONOR Y JUSTICIA
1.- Dicen los campesinos:
-El que no asegunda no es buen labrador.
Bueno, pues aquí le va otra primicia:
La Comisión de Honor y Justicia (CHJ) de Morena le prepara otra sorpresa a Martí Batres Guadarrama: no avalará su queja porque le ganaron la presidencia del Senado de la República.
Y 2.- si eso no le bastara, podrá medir su popularidad y su oficio político con lo hecho por Porfirio Muñoz Ledo en la Cámara de Diputados, donde él sí repetirá y solamente falta aplacar los pataleos del PAN.
Para eso son las supremacías –“dictaduras de las mayorías”, les llamaba Pablo Gómez cuando perdían- y los noticieros nos confirmarán este avance.
Muñoz Ledo sí puso repetir, pero a Batres Guadarrama lo venció la arrogancia.