Preparativos para una amenaza llamada Trump
A unos días de la escandalosa renuncia del exdirector estatal de Seguridad Pública, Raúl Alanís Beltrán, anoche corrió el rumor, consentido o no, del cese de José Luis Urban Ocampo en el municipio de Soledad de Graciano Sánchez, lo que de inmediato fue desmentido por el propio militar.
No es la primera vez que a Urban le mueven el tapete, pero de ahí a que el área de prensa haya “confirmado” el cambio, suena a que Urban será el último en enterarse de su salida o de plano el coordinador de comunicación Pablo Ávalos está más desinformado que alguien perdido en el desierto.
Tenía tiempo que el mando de Soledad no figuraba en los medios y esta vez sonó fuerte, con su supuesta contratación en la policía de Sonora, donde antes estuvo a cargo de la seguridad.
Pero, no olvidemos que su corazoncito late por comandar Seguridad Pública de San Luis, donde el actual jefe, Jaime Pineda Arteaga, recibió el enésimo espaldarazo del gobernador Juan Manuel Carreras López, así que se quedará con las ganas.
Un buen golpe fue el que dio la Fiscalía General de la República en San Luis Potosí, con la ayuda de la Policía Federal, corporación que una y otra vez, cual ariete, golpea el presidente Andrés Manuel López Obrador, pero con todo y eso, sigue dando campanazos.
La detención de un sujeto que opera para el narcotraficante Nemesio Oseguera Cervantes El Mencho, en un autobús de transporte foráneo que venía de Querétaro a San Luis Potosí, sin embargo, debió prender las alarmas en la corporación estatal y la Guardia Nacional, porque tal vez tenía aquí un escondite.
Alguien de ese calibre delincuencial, más el último suceso que fue internacional, con el asesinato del israelí DJ Perplex, indican que el crimen organizado tiene despliegue en la entidad, particularmente en la capital potosina donde es más fácil perderse entre la muchedumbre.
De ahí la importancia de tener personal altamente capacitado en la PF y la FGR, pero también en la SSPE y las policías municipales de San Luis y Soledad de Graciano Sánchez, además de mucha coordinación.
El arresto del excoordinador de Codesol en el municipio de Tanlajás, Adrián Lárraga Torres por parte de la Policía Ministerial del Estado, indica que las denuncias penales de la Auditoría Superior del Estado fueron en serio y que la Fiscalía General de Justicia está cumpliendo la parte que le toca.
Producto de transas por tres millones de pesos cometidas en el año 2009, el último de la gestión que comenzó en 2006, están presos el susodicho exfuncionario, así como el extesorero Rodolfo González Bernardino y también el jefe de ellos, el exalcalde Efrén Juan Barrón Ramos.
Hicieron su año de Hidalgo, pero no les resultó y hoy pagan las consecuencias de sus actos de corrupción, el cual es ahora un delito grave con la llegada de la 4T.
Ahora que si la FGE va en serio, ya es hora de meter a una larga lista de ex presidentes municipales y diputados al bote, porque no se ve claro.
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