Libros de ayer y hoy
Ya lo de menos es saber quién filtró el oficio donde exhiben que el secretario del ayuntamiento, Sebastián Pérez García, instruyó desalojar a Teresa Carrizales Hernández de la Oficialía No. 11 del Registro Civil, sino que los golpes bajos por este caso están a la orden del día en el ayuntamiento navista.
Y todo porque Pérez y su brazo ejecutor, el director general de Seguridad Pública Municipal, Édgar Jiménez Arcadia, siguen muy campantes en la chamba.
El problema y ya se había dicho, es que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata, porque para empezar, Pérez fue el primero en solicitar la intervención de la fuerza pública y luego Arcadia se excedió.
Pero hay una tercera en discordia y se trata de la coordinadora de Derechos Humanos, Olga Liliana Palacios Pérez, quien muy quitada de la pena, grabó el zafarrancho y encima, nunca dio aviso a la comisión estatal que dirige Jorge Andrés López Espinosa.
Hicieron el 1-2-3.
Pero todo partió de la oficina de Pérez, una pieza fundamental del gobierno municipal, lo mismo que Arcadia y ni modo que Palacios pague los platos rotos.
¿A quién le tocará bailar con la más fea?
Por lo que se ve, al alcalde Xavier Nava, no.
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Donde ya no le entraron al toro, fue en el Congreso del Estado, ahora distraído por el sueldo de los asesores.
Resulta que la iniciativa promovida por el diputado Pedro César Carrizales, para prohibir las corridas de toros en San Luis Potosí, se quedó estancada.
Y eso que el Mijis andaba muy gallo.
El único que puede desempolvar este asunto es el presidente de la Comisión de Ecología en el Congreso, Cándido Ochoa Rojas.
O sea, la iniciativa hasta ahí llegó.
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Un nuevo triple crimen en Ciudad Valles, volvió a prender los focos rojos en la entidad.
Ahora las víctimas fueron dos jovencitas de 18 años de edad y un joven de 25, lo que causó gran indignación, porque además a ellas las amarraron de las manos y a él, lo dejaron con un rictus de súplica a sus verdugos.
Eso sí, horas después el fiscal general Federico Garza Herrera recibió las llaves de la ciudad por supuestamente resolver, sin sentencia de por medio, el asesinato del muralista Héctor Domínguez, su padre y un hermano.
Cuatro son los multihomicidios de este año: el triple de ayer, el triple de Ébano y el cuádruple de la colonia capitalina General I. Martínez, a finales de abril; así como el triple ya citado.
En vez de llaves, debieron darle… una lupa.
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