Diferencias entre un estúpido y un idiota
Azul, pero de coraje, se puso el alcalde de la ciudad, Xavier Nava Palacios, luego que le dieron portazo en la sede de su partido el PAN en México.
La historia se cuenta así: Nava, molesto por la postura de los regidores panistas a favor de Teresa Carrizales, quiso dar la queja directa ante el presidente nacional blanquiazul, Marko Cortés Mendoza.
Hasta ahí todo iba bien, pero le dijeron que los problemas del PAN en San Luis Potosí se arreglan con el PAN en San Luis Potosí y Nava no tendrá de otra que acudir con el titular de su instituto político en la entidad, Juan Francisco Aguilar Hernández.
Ups, qué incómodo, porque precisamente el lamento era… ¡contra él!, ya que Aguilar apoyó a los ediles y también pidió el cese del jefe de la Policía Municipal, Édgar Jiménez Arcadia.
El que anda que brinca de gusto es el fiscal general Federico Garza Herrera y es que a pesar de la lluvia de críticas a su trabajo en la procuración de justicia en la entidad, le serán entregadas las llaves de Ciudad Valles.
La ceremonia tendrá lugar esta tarde en el municipio huasteco, en el marco de su 486 aniversario de fundación como ciudad, debido a que Garza y el comandante José Guadalupe Castillo Celestino, quien es el director general de Métodos de Investigación de la llamada “procu”, resolvieron el triple crimen del muralista vallense Héctor Domínguez, su padre y su hermano.
No queda claro que hayan solucionado nada, porque no hay la sentencia de un juez, pero el cabildo ya dio por hecho que se hizo justicia y Garza no se hará del rogar.
Ya “nada más” falta descifrar una docena de crímenes más durante la presente administración de Adrián Esper.
Los que siempre dan de qué hablar, están en la Policía Estatal.
Ya sea porque a su jefe Jaime Pineda se le ocurre frenar los robos de relojes lujosos con arcos detectores de metal o peor, porque sus policías se duermen en sus laureles.
Y es que uno esperaba que luego del terrible accidente en la carretera 57, donde una camioneta de transporte de personal resultó siniestrada, los elementos estarían más despiertos.
Pero, al pasar por una de las camionetas de la estatal que «vigilaba» el tránsito de esta vialidad a la mañana siguiente, uno de sus tripulantes estaba dormido y el otro, con los ojos puestos en su celular y ni la torreta tenían encendida.
¿Y así reclaman aumento de sueldo?