Libros de ayer y hoy
Las ciclovías son una necesidad urbana dado el crecimiento poblacional, el uso desmedido del coche, la saturación del transporte público, la seguridad de los ciclistas, el cuidado del medio ambiente, la salud de las personas y argumentos mil.
Lo que no queda claro es qué se busca con la puesta en marcha de una prueba piloto de un mes («no menos, de tres meses», diría el alcalde Xavier Nava en un sabadrink) sobre la avenida Himno Nacional.
Prueba piloto de qué, de la falta de planificación o qué.
Conocido como municipio bicicletero por su orografía, San Luis Potosí no requiere de pruebas piloto sino de soluciones reales de movilidad. Descartado que algún día en esta administración puedan resolver – en parte- el problema de las inundaciones cada que llueve, por la falta de recursos financieros, incentivar el uso de la bicicleta es un simple mejoralito.
Es positivo, por supuesto, andar en bicicleta, pero con un plan serio, porque lo visto hasta ahora tiene más de improvisación o simples ganas de anunciar algo en lo que llegan las grandes obras, si es que llegan.
Las quejas vecinales son invariable muestra de la falta de operación para el convencimiento y la sensibilización por parte de los creadores de la idea.
No haber resuelto el tema del estacionamiento vehicular sobre el arroyo vial es otro conflicto, al menos debieron prohibirlo en el primer tramo de 4.7 kilómetros que va del jardín de San Juan de Guadalupe hasta la calle Basalenque.
Tampoco existe un estacionamiento de bicicletas ni un sitio donde el ayuntamiento las pudiera prestar a los interesados en circular sobre la ciclovía.
Además, por qué seleccionaron Himno Nacional y no otra vía, digamos, Carranza, aprovechando que ya de por sí se circula un buen tramo a dos carriles por una obra frente al jardín de Tequis.
Hay muchas dudas, el ayuntamiento mismo parece no tener claras sus ideas en este sentido.
Parece una ciclovía hecha al aventón que por eso nadie respeta.