Juguetes tradicionales se niegan a morir en mercados

SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 24 de junio de 2019.- Cuando se habla de artesanías mexicanas, la referencia inmediata es el colorido cultural que caracteriza a este país y forma parte de la preservación de sus raíces en las diversas regiones del país.

En los mercados y plazas es común encontrar algunos negocios dedicados a mantener vigente esta tradición y San Luis Potosí, no es la excepción.

Transitando en los recovecos del Mercado República, por ejemplo, encontramos pequeños locales de artesanías para todo gusto y ocasión, desde juguetes tradicionales hasta los clásicos souvenirs que se llevan los visitantes de latitudes nacionales o extranjeras, como un recuerdo de haber estado en San Luis Potosí.

Entre las figuras clásicas -talladas en madera- se encuentran guitarras pequeñas, baleros y trompos, además de carritos, camiones, varios modelos de aviones y hasta máscaras de lucha libre.

Los productos más vendidos al turista suelen ser las canastas de vara, tazas, llaveros y juguetes chicos.

Un valor agregado a esta tradición mexicana, son los precios bastante accesibles; cualquier persona se puede llevar un bonito recuerdo desde 35 pesos y si elige algo más oneroso, puede pagar hasta 400 pesos por un Moisés para recién nacido.

También es posible encontrar vestuarios o disfraces para toda ocasión, también accesorios como sombreros de entre 40 y 100 pesos, bastones por 30 pesos o trajes típicos completos desde 350.

Pese al bello escenario comercial, la crisis económica que toca a la puerta de los hogares potosinos ha mermado bastante al sector de las artesanías mexicanas; sin contar la popularidad de los productos chinos a bajo costo, que expenden las grandes cadenas comerciales.

La señora Mari, locataria del República, comparte la nostalgia de haber vivido tiempos de bonanza comercial hace muchos años, cuando esta clase de artículos tenía más predilección entre la población.

Vale la pena invitar a no perder estas valiosas representaciones de la cultura mexicana, no sólo por su belleza e identidad, sino porque son el sustento de muchas familias y artesanos.