Entre amenazas y tensiones eligen a Alcaldesa interina de Tancanhuitz
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 16 de junio de 2019.- Era 19 de junio del 2005; tercer domingo del mes en aquel año, mientras en México se festejaba el Día del Padre, Adriana Loredo recibió una llamada telefónica, lo recuerda como si fuera ayer.
Adriana y sus dos pequeños se encontraban en casa de los abuelos, preparando lo que sería la fiesta para el “hombre del hogar”. En su casa, el día transcurría con normalidad, como cada fin de semana, sin imaginar que estaba por recibir la peor noticia de su vida.
Hugo Alberto Martínez y Adriana Loredo se habrían casado muy jóvenes y ya eran padres de dos pequeños. “El Negro” como ella lo apodaba, era fanático del futbol, y ese domingo se “armarían las retas” en algún punto de la ciudad.
Adriana salió a visitar a su padre y Hugo decidió ir a “echarse una cascarita”, en lo que su esposa volvía y empezaba la celebración. Pero nadie se imaginó que El Negro abordaría el viaje a su destino, el ultimo de su historia; su vida terrenal estaba a punto de culminar.
El día apenas comenzaba cuando el teléfono de Adriana timbró; una llamada inimaginable, una noticia impactante, algo difícil de creer, relató a Quadratín San Luis Potosí. El Negro; su negro, su marido, el padre de sus hijos, tuvo un accidente automovilístico que le arrebató la vida de tajo.
El pastel se quedó sobre la mesa, el regalo con la envoltura, y aquel festejo pasó de la alegría al dolor. Ya no habría globos, sino flores. Ya no habría felicitaciones, sino pésames. Ya no habría planes, ni futuro, sino una realidad dolorosa que enfrentar. El final de la corta vida de Hugo Alberto habría llegado; a sus 24 años tomó el vehículo que lo llevó a encontrarse con su inimaginable destino.
Hoy a 14 años de su partida, Adriana continúa acudiendo al panteón El Saucito, en donde descansan los restos de su marido, acompañada de su hijo, quien poco recuerda al hombre que le dio la vida, pero como cada año lo honra.
“Vida sólo hay una, y muerte también, es algo inexplicable porque nunca lo acabamos de comprender, ni de entender, esto pasó hace 14 años pero continúo inculcándole a mis hijos, el día que se sientan tristes, que estén solos, no porque él haya muerto quiere decir que no esté con ellos, siempre nos deja buenos recuerdos”.
Agrego, “esto no le deseo a nadie, nos despertamos, amanecemos, pero en un minuto te cambia la vida, pero aquí estamos, la vida sigue, pero debemos recordar a las personas que ya se fueron, y mi marido era un hombre que inyectaba alegría y así lo recuerdo.
Se espera el arribo de 20 mil personas al Panteón El Saucito.
Encargados del Panteón El Saucito esperan un arribo de por lo menos 20 mil personas este tercer domingo de junio, día que en México festejan el Día del Padre. Desde temprana hora se comenzó a observar la afluencia a este cementerio.