Entre amenazas y tensiones eligen a Alcaldesa interina de Tancanhuitz
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 10 de junio de 2019.- El deporte cambia vidas. No son palabras vanas, sublima al ser, incluso a quien jamás pensó que una actividad física cambiaría su vida, como es el caso de José Eduardo Rendón -conocido por sus amigos como Lalito- quien a sus 15 años de edad, desde hace cinco meses se puso los guantes para entrenar boxeo pese a su discapacidad motriz de nacimiento.
Hasta hace poco tiempo, Lalito estaba deteriorado de salud, pero gracias al gran esfuerzo físico que hace en el Gimnasio del Centro Comunitario de Desarrollo de la colonia Terremoto -al norte de la capital- ha desarrollado sus músculos y mejorado sus reflejos, tiene más fuerza, control, equilibrio y coordinación en brazos y piernas. Su sonrisa habla por sí sola, es feliz con lo que hace.
Su madre, Gloria Hernández Hernández, reconoce que al tener un hijo con discapacidad, el pensamiento general es de miedo.
«Yo pensaba: mi hijo no va a poder, muchas veces creemos que no son capaces, pero ya no hay que juzgarlos así. Ni yo misma sabía todo lo que él puede hacer», expresó.
Por su parte, el entrenador Mauro Posadas García, ve en Lalito a un alumno ejemplar que jamás se da por vencido, además de ser parte de este espacio deportivo en el que la inclusión es premisa fundamental; ahí conviven y practican el box niños, niñas, señoras, esposos, madres e hijos, familias completas.
«Él pasaba, se asomaba, y yo detecté que le gustaba el box y por eso le pedí permiso a su mamá para trabajarlo; ahora aquí está, no es un campeón todavía en el ring, pero ya lo es en la vida. Jamás debemos ponernos límites porque podemos llegar a lo impensable», destacó el coach de Lalito.
Además de practicar box, este joven estudia la educación secundaria con apoyo del sistema que opera el Instituto Nacional para la Educación de los Adultos (INEA), también practica natación y recibe equinoterapia. Todo esto le ha permitido tener un mejor desarrollo intelectual, social y físico, pero sus avances no son obra de la casualidad, sino fruto de un gran esfuerzo por destacar en la vida.