Hombre muere arrollado por La Bestia en San Luis capital
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 27 de mayo de 2019.- El artista urbano Charlie Beat, cuyo nombre real es Carlos Aarón Tovar Rodríguez, tiene 21 años de edad, de los cuales, los últimos cuatro se ha entrenado para el break dance, la acrobacia, el malabarismo y otras disciplinas circenses.
Charlie, originario de esta ciudad y vecino de la colonia General I. Martínez, explicó que sus inicios fueron bailando break dance en cualquier semáforo, donde algunos artistas en esta disciplina le mostraron cómo mejorar sus presentaciones y trucos, añadiendo un plus: las acrobacias, mientras que él les enseñaba lo que sabía, así intercambiaban ideas y todos aprendían.
El artista urbano entrena de cuatro a seis horas diarias y ha tenido muchas presentaciones en diferentes estados del país, pero también, en el extranjero. No todo ha sido fácil, recientemente fue atropellado por un vehículo en Guatemala, mientras él realizaba un acto en su monociclo de dos metros de altura.
Este terrible episodio trajo graves consecuencias, su pie quedó desgarrado, sin embargo, tuvo un ángel, un paisano quien también se encontraba en ese país, a quien recuerda como Korei y lo auxilió durante las primeras semanas posteriores al accidente.
Luego, como pudo reunió dinero y regresó a México para seguir con el proceso de su recuperación que duró otros dos meses, tiempo en el que el miedo se apoderó de su ser al pensar que no podría volver a caminar normalmente.
“Tengo muy grandes expectativas con el arte, quisiera algún día estudiar en una buena escuela de arte escénico y circense, y que esta profesión me ayude a conocer muchas partes del mundo, para que San Luis Potosí esté en el mapa gracias a mi trabajo artístico”, explicó el joven.
Charlie Beat añadió que hubo momentos en los que se sintió discriminado por su profesión, “he escuchado que me gritan en la calle ‘¡ponte a trabajar!’, pero es algo bien loco porque yo le invierto seis horas al día solamente en entrenamiento, cuando voy al semáforo hago otras seis para poder sacar dinero y subsistir, siento que trabajo mucho, me levanto temprano, no fumo, no bebo alcohol porque no me gusta, no como carne, le invierto mucho a mi salud y entrenamiento, pero no me tomo personal todo lo que me dicen, sé lo que quiero y a dónde voy”, dijo sonriente.
Agregó que la sociedad tiene una mala idea de los artistas urbanos, “claro que existen vagos en cualquier profesión, hay abogados que son unos vagos, alcohólicos, hay mucha gente que está en la decadencia moral y eso pasa con el arte, hay malabaristas que no invierten tiempo en lo que hacen, realizan cualquier truquito en los semáforos, sacan para su vicio y listo; yo voy al semáforo para subsistir y en un futuro dejar estos sitios, muchos no somos unos vagos, amamos nuestra profesión, pero hay veces que por uno la llevan todos”, finalizó.