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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 26 de mayo de 2019.- El inmueble que ocupa Palacio Nacional es sede de la máxima autoridad gubernamental en el país, pero además representa uno de los símbolos más importantes de México; ha sido un pilar histórico desde su construcción en 1522 y contiene elementos importantes que generan un vínculo entrañable con San Luis Potosí, es el caso de la Puerta Mariana, llamada así en honor al presidente (de 1851 a 1853) de origen Potosino, Mariano Arista.
Fue él quien mandó construir este acceso en 1852, cuando abrió la gran portada del norte del Palacio Nacional y el sitio donde se ubicaba el batallón Guardia de Supremos Poderes quedó constituido como la puerta principal del recinto; con el paso de los años, la Puerta Mariana ha sido mudo testigo de innumerables sucesos que han marcado la historia de México.
Fue durante la Decena Trágica, del 9 al 18 de febrero de 1913, cuando los generales Félix Díaz y Bernardo Reyes, se sublevaron en contra del gobierno del presidente Francisco I. Madero al intentar tomar el Palacio Nacional, el resultado fatídico fue la muerte de Reyes justo frente a la Puerta Mariana cuando intentaba dar el golpe contra Madero, mientras que en los muros de Palacio quedaron marcas del acontecimiento.
La sangre que había teñid esas murallas fue borrándose a lo largo de poco tiempo, durante la administración del presidente Plutarco Elías Calles (1924-1928) se mandó restaurar y cubrir con cantera la fachada del edificio, no quedó huella de aquel levantamiento.
Posteriormente -el primero de mayo de 1984- un individuo lanzó dos bombas (de las llamadas Molotov), una contra la Puerta Mariana y otra con dirección al balcón presidencial, cuando el otrora presidente de México, Miguel de la Madrid Hurtado, presenciaba el tradicional desfile obrero; el saldo fue de varias personas heridas, pero la puerta del potosino Mariano Arista, de nuevo contuvo las agresiones.
La noche del domingo nueve de noviembre del 2014, un grupo de personas se congregaron en la misma entrada para manifestar su indignación por la desaparición de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa y algunos, encolerizados, trataron de prender fuego a la Puerta Mariana y otros lograron dañarla con pintura de aerosol. De nueva cuenta se realizaron obras de restauración, esta vez, a cargo del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH).
Postrarse frente a este acceso de Palacio Nacional, no sólo significa el ingreso a las entrañas del Gobierno de México sino una especie de viaje a través del tiempo, una esencia que ha sido posible conservar pese a los embates de un pueblo sediento de justicia, que ha dañado el inmueble como acto desesperado durante sus protestas.
Cuando se abre la Puerta Mariana, es posible acceder a los patios interiores, donde se ubica además el inmueble que ocupó el presidente Benito Juárez García como hogar, ahora convertido en museo; justo en ese punto, entre el primer y segundo patio Mariano, se encuentra la estatua del llamado Benemérito de las Américas, creada por el escultor Jesús Contreras.