La Pica

Una seguidilla de asaltos a mano armada ocurrió este fin de semana en restaurantes de la capital potosina, lo que puso en jaque a la ciudadanía que ahora se pregunta algo tan simple como si es seguro salir a comer.

Muy lamentable haber llegado a este extremo y aunque el responsable de la seguridad pública en el estado es Jaime Pineda Arteaga, cabe preguntar dónde están el mando municipal Édgar Oswaldo Jiménez Arcadia, el de Soledad Facundo Esteban Ku Novelo, el de la PF Reynaldo Martín Millán Maldonado, etc.

La alarmante situación tiene responsabilidades políticas, empezando por el «superdelegado» federal Gabino Morales, el gobernador, el secretario de Gobierno y los alcaldes de la metrópoli, quienes se reúnen diario por la mañana en la Sedena a tomar café, porque de estrategia, no se ve nada.

Ya deberían estar pidiendo auxilio a la Guardia Nacional, porque ahora los incendios no estuvieron en la sierra, sino en la ciudad por la violencia.

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¿Dónde quedó la bolita?

Y es que en el caso del fraccionamiento La Vista, que debe entre 40 y 45 millones de pesos por no pagar el agua, los involucrados nomás no aparecen.

El delegado de la Conagua, Manuel Téllez Bugarín no ha explicado cómo fue que la dependencia federal autorizó un pozo a los constructores para dotar de agua a los habitantes del complejo residencial, que no pagan ni un peso al Interapas.

Lo peor es que el director del Organismo Intermunicipal de Agua Potable, Ricardo Fermín Purata Espinosa, ya dijo que no será posible cobrar el dinero, porque el desarrollo residencial no está regularizado.

Mientras tanto, la casa pierde.

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La UASLP va de mal en peor y para muestra, el más reciente escándalo, donde autobuses de la máxima casa de estudios potosina fueron usados como cantinas rodantes por supuestos estudiantes para ir a la Feria de San Marcos, en Aguascalientes.

Pero que a ningún profesionista se le ocurra pedir las fotos de graduación al interior del Edificio Central, porque le dan portazo, faltaba más.

Esto ocurre porque el rector Manuel Fermín Villar Rubio parece estar más distraído en lo que hará después de 2020 -cuando termina su gestión- que en tener en orden a la Universidad.

¿O no le pagan?

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