Opositores mudos, sordos y ciegos

¿Dónde están los partidos opositores?

¿Por qué los opositores no reaccionan ante los gobiernos fallidos de Morena, tanto a nivel federal, como estatales y municipales?

¿Qué hacen los políticos de oposición frente a los abusos de políticos y gobernantes de Morena?

¿Por qué no aparecen los partidos de oposición, ante el descomunal desastre al que han llevado los gobiernos de Morena al país entero?

¿Por qué los políticos del PRI y PAN parecen mudos, sordos y ciegos, frente a la destrucción de la democracia y de la República?

¿Por qué no vemos a opositores en las calles, seguidos de miles de ciudadanos, en protesta por la captura de la Corte, del INE, del Instituto de Transparencia y por el sepelio de la República Las preguntas anteriores, entre muchas otras, aparecen cada día con mayor frecuencia en reuniones familiares, tertulias de amigos y debates académicos?.

Y no les falta razón a quienes perciben que los partidos de oposición –categoría que sólo aplica al PRI y al PAN–, no sólo han sido incapaces de asumir su papel como oponentes al poder y al régimen dictatorial, sino que confirman que no aprendieron nada de uno de los más eficaces opositores que haya conocido la historia mexicana.

Y es que quieran o no los políticos priístas y panistas, la verdad es que el ex priísta, experredista y morenista, motejado como AMLO, construyó una potente cultura opositora que luego de 25 años de lucha no sólo lo llevó a construir su propio partido, sino a alcanzar el poder, tras desbancar a los gobiernos del PRI y del PAN.

Sin embargo, lo más cuestionable es que hoy, ante el fracaso total de los gobiernos de Morena y que vivimos las peores gestiones presidenciales de la historia, los políticos, líderes y simpatizantes de los tricolores y los azules, no se han percatado de los poderosos misiles que esos gobiernos “morenistas” les han puesto en las manos. Misiles capaces de destruir a los gobiernos de Morena en un santiamén.

Y, por eso, volvemos a las preguntas.

¿Se imaginan la escandalera que habría montado López Obrador frente al descomunal saqueo que llevó a cabo su propio gobierno?

¿Imaginan la escandalera callejera por el saqueo del dinero público en la gestión de “la señora presidenta”?

¿Imaginan las movilizaciones, plantones y bloqueos en todo el país, por las fortunas que se han robado los hijos de AMLO y su claque depredadora de dinero público?

¿Imaginan la guerra mediática que López hubiese desatado por los fracasos del AIFA, del Tren Maya y de la refinería Dos Bocas?

¿Imagina los escándalos globales de López, por el descomunal endeudamiento en el sexenio Obrador?

¿Imaginan la revuelta social por la destrucción del sistema de salud en todo el país?

¿Imaginan la movilización callejera, en todos los rincones de la patria, por la falta de medicamentos en todo el sistema de salud?

¿Imaginan los éxodos –por todos los rincones del país–, por la alianza imperdonable de AMLO, de Morena y de “la señora presidenta” con los principales cárteles criminales?

¿Imaginan la gritería “lopista” por las más de 250 mil muertes violentas en los últimos siete años, si el “obradorato” hizo un escándalo monumental por la tragedia de “los 43”?

¿Imaginan la revuelta social por el saqueo a Segalmex, si López volteó de cabeza al país por el Fobraproa?

¿Imaginan el tamaño de la toma de pozos petroleros, de refinerías y ductos, frente al criminal fracaso de Pemex en los últimos siete años?

¿Imaginan a Obrador en la ONU, la OEA y en todos los foros mundiales, por la captura del INE y del Tribunal Electoral?

¿Imaginan a López paralizando al país, por la destrucción del Poder Judicial y por el fin de la democracia toda?

¿Imaginan…?

Sí, en siete años, tanto López Obrador, como Claudia Sheinbaum han destruido al país y, al mismo tiempo, regalaron a sus adversarios del PRI y del PAN, verdaderas bombas para acabar por completo con los pillos, ladrones y criminales de Morena.

Sin embargo, lo cierto es que los partidos opositores, los líderes de la oposición y los políticos que se dicen oponentes al régimen, no son más que groseros y grotescos ejemplos de la mediocridad política mexicana.

Oposición plagada de mudos, sordos y ciegos, por decir lo menos.

Y por eso la pregunta recurrente: ¿Hasta cuándo?

Al tiempo.