
Funcionaria alcoholizada daña vehículos e intenta sobornar a tránsito
Las preguntas resultan obligadas, sobre todo por la trascendencia de la tramposa elección judicial que no sólo significa la muerte de la democracia, sino de la República y del Estado mexicano todo. Por eso, hoy más que nunca debemos insistir.
¿Cómo explicarle al ciudadano de a pie que, por ejemplo, la presidenta Claudia Sheinbaum –que según las encuestas tiene poco más del 70% de aceptación ciudadana-, sólo consiguió llevar a las urnas –para votar por su reforma judicial-, a poco más del 10% de los potenciales electores? ¿Cómo explicar a los ciudadanos que, casi 90 millones de los electores –de un padrón cercano a los cien millones-, se negaron a acudir a las urnas, a pesar de que, según la mayoría de las encuestas, poco más de 70 % de los mexicanos simpatizan con los gobiernos de Morena y con la presidenta?
¿Cómo explicar a los electores que, por lo menos el 40% de los votos contabilizados en las urnas fueron votos anulados, por el repudio que generó entre los ciudadanos un proceso amañado, tramposo y mentiroso, como la elección del nuevo –con minúsculas-, poder judicial? ¿Quién, con dos dedos de frente, puede legitimar a los impresentables “ganadores” a los puestos de “nuevos ministros de la corte” –con minúsculas-; nuevos “jueces” y “magistrados”, si son producto de una grosera y rupestre “elección de acordeón” que ofende al elemental sentido democrático? ¿Qué político, qué partido y qué ciudadano, será capaz de exigir que el gobierno de la señora Claudia Sheinbaum le regrese –a los ciudadanos-, los millones de pesos tirados a la basura, por el demencial costo de cada voto en la fallida elección judicial? ¿Frente al fracaso de la elección judicial –con minúscula-, dónde está la basura política de Morena, como los Obrador, los Monreal, los Bartlett, los Ebrard, los Noroña, los y las Batres… y toda la claque criminal y ladrona de Morena?
Y, por último: ¿Qué político, qué ciudadano y qué partido será capaz de promover la anulación de esa tramposa elección judicial que deja a México y a los mexicanos en calidad de “los tontos del pueblo”?
En efecto, las anteriores son sólo algunas de las preguntas elementales que hoy se formulan millones de mexicanos que se sienten y que fueron engañados, burlados y defraudados por un gobierno mentiroso y ladrón, cínico y, sobre todo, por unos políticos mentirosos, ladrones y cínicos.
Y es que, por ejemplo, el repudio a la farsa de “la elección judicial” fue tal que el número de votos nulos resultó mayor que la suma de votos alcanzados por los dos punteros para presidir la Suprema Corte. Y si a los “13 millones” de votos depositados en las urnas –que según el tramposo INE fue el número de votantes-, se le restan los casi millones de votos anulados, entonces resulta que, en rigor sólo habría votaron no más del 5 % del padrón electoral.
Y es que, en efecto, resulta de risa loca el cochinero de la elección judicial ya que, por pura casualidad, a mayor abstencionismo y a mayor número de votos anulados, será mayor el costo de cada uno de los votos válidos ¿Pero qué creen? Sí, que cada voto de la farsa electoral del domingo 1 de junio del 2025, nos costó mucho más de lo que se presupuesta para cada ciudadano en las clínicas del IMSS; de lo que se destina a cada uno de los programas de salud, a cada una de las acciones contra el crimen y la violencia.
En pocas palabras, de los 7 mil millones de pesos que costó la elección judicial –los cuales fueron tirados a la basura–, y de los millones de votos anulados, resulta que cada voto de la elección del domingo pasado se convirtió en uno de los votos más caros del mundo. Y es que no solo vivimos la peor elección del mundo, sino la más cara de todo el orbe. Y por eso la pregunta: ¿Ya entendieron lo demencial de la estupidez electoral del pasado domingo?
Al tiempo.