Avanza elección de jueces en SLP con reunión interinstitucional
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 21 de marzo de 2019.- Tras el asesinato de Paola, quien fue encontrada sin vida el pasado domingo en la comunidad de Peñasco, la profesora investigadora de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí, Urenda Queletzú Navarro Sánchez, sentenció que este caso es signo de que la violencia en el estado se ha recrudecido.
Agregó que se tiene que voltear a ver la conexión existente entre los hechos de violencia manifestados en el contexto cotidiano de la ciudad y el observar que estos son más cruentos. Además de que se trata de una mujer joven, que fue privada de la vida mediante el uso de técnicas que buscan degradar el cuerpo de las mujeres, “porque la decapitación eso constituye y su cuerpo es arrojado en el espacio público, de tal suerte que se adviertan esas condiciones”.
De igual forma, comentó que hay que poner sobre la mesa en qué se traduce la intervención de las autoridades y fortalecer dos tipos de acciones: la primero, qué hace el estado para garantizar que las mujeres que están en condiciones de vulnerabilidad y de desigualdad, quienes son las víctimas, puedan sustraerse de esos riesgos, qué acciones estructurales hace el estado para el combate de la violencia.
La segunda, qué hace la autoridad ministerial para atender la emergencia, en el que se evalúe los mecanismos de búsqueda y los protocolos, “lo hemos dicho desde hace varios años, se tiene que establecer un protocolo de búsqueda especial para mujeres, es el protocolo Alba. Eso tendría que estar ya actualizado en las fiscalías para poder operar de manera adecuada.
Respecto a si el caso de Paola se traduce en la ineficacia por parte de las autoridades para resolver el problema de la violencia en contra de las mujeres, Navarro Sánchez comentó que se trata más de una debilidad institucional que en consecuencia es incapaz de resolverlo, “el estado no cuenta con herramientas complejas, ni con capacidades complejas para poder dar respuesta (…) no es gratuito que el estado no pueda atender la problemática porque ha sido abandonado durante mucho tiempo y desmantelado prácticamente. Sus instituciones son muy débiles en términos de capacidad operativa y de recurso humano”.
El que las mujeres potosinas dejen de sentir confianza en la sociedad habla de una ruptura social, que permite la construcción de relaciones interpersonales y comunitarias, “es producto de la violencia estructural que padece nuestro país, ya no solo San Luis, es el país el que está como un territorio de guerra de baja intensidad desde hace más de 10 años (…) habla de una descomposición social en donde las personas ya no confiamos en otros”.
Por su parte, Arely Torres Medrano, activista potosina, destacó que le caso de Paola es consecuencia de las omisiones y la falta de compromiso por parte de las autoridades en garantizar a las mujeres una vida libre de violencia, “no es la primera vez que una chica reportada como desaparecida termine siendo víctima de algún feminicidio”.
La activista señaló que, ante tales sucesos, se les ha apurado a las instancias gubernamentales la obligatoriedad de activar la alerta Alba para la búsqueda inmediata de mujeres y niñas, “usualmente cuando desaparecemos, somos víctimas de trata o de feminicidios. Esta es, una vez más, consecuencia de falta de capacidad, de la falta de compromiso y vinculación para garantizar una vida digna”.
Agregó que los municipios que cuentan con la declaratoria de la Alerta de Violencia de Género contra las Mujeres tienen que implementar los mecanismos proporcionados por ONU Mujeres para contar con ciudades seguras, en el que las mujeres puedan trasladarse a sus empleos, escuelas y hogares sin temor y con vida.
“Me parece un panorama devastador el que tenemos las mujeres en San Luis Potosí, cuando no somos consideradas o no somos tomadas con seriedad para mantener nuestra vida y seguridad, podrán decir muchas cosas de lo que nos sucede, pero al final de cuentas es el Estado el que debe de proveer, el que debe implementar políticas públicas transversales que nos garanticen la vida, la libertad y la dignidad”, finalizó.