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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 27 de abril de 2025.- Un hallazgo astronómico realizado por la NASA reavivó el debate sobre la posible confirmación científica de la fecha de la crucifixión de Jesús.
Investigadores de la Universidad de Oxford señalan que un eclipse lunar registrado el 3 de abril del año 33 d.C. podría coincidir con los relatos bíblicos.
Modelos computacionales permitieron rastrear la posición de los cuerpos celestes a lo largo de los siglos, identificando un eclipse visible en Jerusalén poco después del atardecer, donde la Luna adoptó un tono rojizo, conocido como «luna de sangre».
Según los Evangelios, durante la muerte de Jesús, «el sol se oscureció» y «la luna se volvió como sangre». Estos pasajes fueron considerados simbólicos durante siglos.
Laurence Pantin, directora de Juicio Justo AC, explicó que textos como el libro de los Hechos (2:20) citan este fenómeno: «El sol se convertirá en tinieblas y la luna en sangre».
Colin Humphreys y W. Graeme Waddington, de Oxford, combinaron los datos astronómicos con fuentes bíblicas y propusieron que Pedro no hablaba de una profecía futura, sino de un evento recién ocurrido.
Además de los Evangelios, textos apócrifos como el Informe de Pilato también describen fenómenos celestiales durante la crucifixión.
Aunque el hallazgo fue realizado en los años 90, recientemente ha cobrado popularidad en redes sociales como TikTok.
La celebración del Viernes Santo siempre se realiza dos días antes del Domingo de Pascua, siguiendo el calendario lunar.
Este descubrimiento sugiere que los relatos bíblicos podrían tener un sustento astronómico, conectando de forma literal los cielos con uno de los eventos centrales de la fe cristiana.