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Toma y daca de la relación México-Estados Unidos
Los nombramientos en el sistema penitenciario de San Luis Potosí parecen más un juego de sillas que una verdadera estrategia de mejora. El titular de la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana del Estado, José Luis Ruiz Contreras, tomó protesta a los nuevos directores de los centros estatales de reinserción de Ciudad Valles, Tancanhuitz y Tamazunchale.
Si bien los tres tienen trayectoria en el sistema, la pregunta obligada es: ¿buscan experiencia o solo reacomodos de los mismos perfiles de siempre?
ARTURO CERVANTES, EX DIRECTOR DE LA PILA
El caso más llamativo es el de Arturo Cervantes Juárez, ahora director del Centro Estatal de Reinserción Social de Ciudad Valles. Su currículum incluye el haber llegado al penal de La Pila en 2013 tras la brutal riña que dejó 12 muertos y más de 60 heridos. Aunque relevó a Jesús Martínez Alemán por la gravedad del caso, su permanencia ahí no estuvo exenta de polémica, salió el mismo año y José Luis Ruiz Flores tomó el cargo.
En mayo de 2017 ya estaba de regreso, pero su nombre apareció en una denuncia presentada ante la otrora Procuraduría General de Justicia del Estado, señalándolo por presuntamente permitir el ingreso de drogas al penal con tal de evitar un motín. La acusación, respaldada por un custodio que pidió anonimato en aquel entonces, detalló cómo Cervantes Juárez habría dado la orden de facilitar el trasiego de sustancias ilícitas para calmar las aguas entre los internos. A pesar de la gravedad de los señalamientos, nunca fue cesado del cargo. Lo sustituyeron hasta 2018 por Juan Roberto Montes Romero.
Es decir, el hombre que ahora tendrá bajo su responsabilidad la seguridad en Ciudad Valles, tiene antecedentes de estrategias cuestionables para mantener la «paz» dentro de un penal. ¿Es esta la mejor opción? ¿O simplemente es alguien que ya conoce bien cómo se manejan las cosas desde dentro y, por eso, regresa al cargo?
García Balderas y Morquecho Barragán
Las otras designaciones, aunque menos escandalosas, tampoco pasan desapercibidas. Christian Arely García Balderas, nueva directora del Centro Estatal de Reinserción Social Femenil de Tancanhuitz, estuvo al frente del penal de Rioverde hasta septiembre de 2021. Un cambio que hace cuestionarse si realmente se busca innovación o solo se trata de mover las mismas piezas del tablero sin alterar la estrategia de fondo.
No olvidemos que en Tancanhuitz, la incipiente diputada Roxxana Hernández aseguró que las mujeres reclusas «viven felices», ignorando -como muchas cosas que desconoce- las graves fallas estructurales del sistema. Ahora, la nueva directora tendrá que enfrentar los «días de felicidad» junto a las reclusas y comprobar si las condiciones son realmente dignas o si, como en el resto del país, el abandono, la sobrepoblación y la falta de recursos siguen siendo la norma.
Por su parte, Carmen Morquecho Barragán regresa al mando del Centro de Reinserción Social de Tamazunchale, un puesto que ya había ocupado en 2020. Más aún, en abril de 2023 la misma administración estatal la presentó como «la primera mujer en dirigir ese penal». Hoy, la vuelven a colocar ahí, reafirmando la tendencia de reciclar perfiles.
El discurso oficial habla de renovación y fortalecimiento del sistema penitenciario, pero los hechos indican otra cosa.
¿Hasta cuándo el sistema penitenciario de San Luis Potosí dejará de ser una puerta giratoria para los mismos funcionarios? Y más importante aún: ¿quién garantiza que los errores del pasado no se repetirán?
Algo no Quadra..