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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de enero de 2025.- La activista potosina Mariana Hernández Noriega, defensora de los derechos de las personas cuidadoras familiares no remuneradas, logró un fallo judicial histórico que ordena su reinstalación laboral en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS). El caso sienta un precedente nacional al reconocer su función como madre cuidadora de un hijo con parálisis cerebral severa y garantizar un empleo con perspectiva de género y derechos humanos.
El Tribunal Colegiado determinó que su reinstalación debía realizarse bajo condiciones ajustadas a sus necesidades, incluyendo un horario y área laboral con el cuidado de su hijo. Sin embargo, a más de un mes de su reinstalación, el IMSS en San Luis Potosí no ha cumplido con los ajustes razonables ordenados, lo que ha derivado en discriminación hacia Mariana y su hijo.
La institución fue notificada el pasado 9 de agosto de 2024 sobre la reinstalación, programada para el día 16 de agosto. Entre las disposiciones destacaban garantizar condiciones laborales adecuadas y medidas de seguridad contra actos de violencia. A pesar de ello, la trabajadora fue reincorporada sin las modificaciones ordenadas, obligándola a dejar a su hijo bajo el cuidado de su hermana menor o sola para cumplir con sus obligaciones laborales.
Incumplimiento y discriminación
Mariana ha señalado a Paulina del Rocío Baldovinos y José Manuel Rentería Rubio, integrantes del equipo jurídico del IMSS SLP, como responsables de obstaculizar los ajustes necesarios. Según la activista, las alternativas ofrecidas por los funcionarios, como un cambio a una plaza con menor salario, son inadecuadas y violan la sentencia judicial.
“Esto no solo afecta mi derecho a condiciones laborales dignas, sino que pone en riesgo la vida de mi hijo”, declaró Mariana. La falta de cumplimiento por parte del IMSS podría acarrear sanciones económicas y administrativas para la institución.
Un precedente nacional
A pesar de los desafíos emocionales y laborales que enfrenta, Mariana continúa siendo una figura clave en la defensa de los derechos de las cuidadoras familiares en México. Su caso no solo reivindica la importancia de reconocer el valor del trabajo de cuidado, sino que también impulsa la creación de políticas públicas inclusivas que beneficien a mujeres en situaciones similares.
“La lucha no es solo por mí, es por todas las mujeres que sostienen la vida de sus familias y que merecen un trato digno”, enfatizó.
El caso de Mariana Hernández Noriega representa un avance significativo en la protección de los derechos humanos y laborales en el país, visibilizando las barreras que enfrentan las madres cuidadoras y exigiendo el compromiso de las instituciones para garantizar justicia e igualdad.