Va con todo el G20 para que tributen los superricos
Podría decirse que el empecinado soy yo, este monero, que no se cansa de señalar la terrible situación que estamos a punto de enfrentar si la Cuarta Transformación logra doblegar al Poder Judicial y se sale con la suya al modificar, a su gusto y conveniencia, la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos.
Pero la lucha no ha terminado. Aún hay juristas que conocen del tema y están moviéndose para tratar de salvar lo que queda de ese fundamental concepto: la división de poderes.
Imagínese usted que nuestra presidenta, Claudia Sheinbaum, logra consolidar la reforma judicial y esto lleve a un control absoluto del Poder Ejecutivo sobre los otros poderes. Tal vez la doctora sea una persona moderada y decida no aprovechar este escenario para instaurar una dictadura tiránica. Quizá este sexenio sea solo un periodo de conformación y pacificación mientras el país acepta esta nueva estructura gubernamental.
¿Pero qué pasaría si, después de ella, viene alguien mucho peor? Por hacerlo todavía más risible y espantoso al mismo tiempo, imagine al famoso Andy, el hijo de AMLO, postulándose para presidente y completando así el supuesto plan maestro de su padre.
Sería un desastre.Con ello, el futuro de México estaría sellado. Estaríamos ante el peor escenario que nuestra patria podría enfrentar.
Sin embargo, no perdamos la esperanza. Aún hay personas con cerebro y valentía intentando detener a estos efímeros revolucionarios, que hoy parecen felices destruyendo todo a su paso.