Economía en sentido contrario: Banamex
Sin duda que está mal informado el ex presidente norteamericano,
Donald Trump, cuando habla de la influencia que tienen en México no solo el
crimen organizado sino, sobre todo, el narcotráfico.
Es evidente que el también candidato presidencial republicano habla “de
oídas” y a partir de la ignorancia sobre la alianza de facto que existe entre el
gobierno de López Obrador y las bandas criminales.
Y también está claro que, en sus ambiciones sin freno, para regresar a
La Casa Blanca, el magnate ultraderechista convertirá al gobierno de Obrador
en lo más parecido al “idiota útil”; fobia anti mexicanista que seguramente le
reportará una buena cantidad de votos.
Pero lo que no sabe el señor Trump –o lo que dice no saber–, es que la
alianza del presidente mexicano con las bandas criminales viene de muy lejos
y que el propio Obrador se encargó de pautar esa alianza desde los tiempos en
que construyó su partido político, Morena.
En efecto, desde 2013, el eterno candidato presidencial financió la
construcción del naciente partido Morena con dinero producto del narcotráfico
y del crimen organizado.
A cambio, también desde 2013, AMLO prometió que, una vez en el
poder presidencial, pondría sobre la mesa una amnistía a los grupos
criminales; perdón que hoy existe de facto en todo el país.
Peor aún, ese grosero y grotesco acuerdo con las mafias criminales
siempre tuvo nombre y apellido y hasta fue llevada al gobierno federal como
la más cacareada de las políticas públicas.
Se llamó “abrazos y no balazos”.
Es decir, que López Obrador pactó con las bandas criminales una
alianza en donde los grupos del crimen organizado financiaron el partido de
AMLO y sus candidaturas presidenciales, a cambio de “dejar hacer y dejar
pasar” a las mafias del crimen.
Por eso hoy son intocables los barones del crimen; por eso el gobierno
federal los deja hacer y los deja pasar; por eso son verdaderos protegidos del
Estado y, sobre todo, por eso no es ningún secreto que en México se vive un
verdadero “narco Estado”.
Es decir que, con la llegada de Obrador, los grupos criminales
penetraron los tres órdenes de gobierno y los tres poderes tienen posiciones en
espacios como alcaldías, diputaciones, senadurías y gobiernos estatales.
Y sólo falta que las mafias del crimen también cuenten con sus propios
“narco-jueces” y “narco-ministros” de la Corte.
Pero vamos por partes.
El pasado martes, el candidato Donald Trump ofreció una entrevista a la
cadena Fox News, en donde dijo que el problema de México es que “está
petrificado ante los cárteles porque podrían tirar a un presidente en dos
minutos, debido a que los cárteles manejan a México”.
Además, el aspirante a un segundo mandato presidencial dijo que la
solución al problema de los cárteles criminales es “darle a México poco
tiempo para que patrulle su frontera”, pero aclaró que los gobiernos mexicanos
no lo harán bien y, por tanto, el gobierno de estadounidense, con Trump a la
Cabeza, terminaría tomando el control de México.
A su vez, el aspirante a vicepresidente, JD Vance apuntaló la postura de
Trump y señaló que, en su opinión, “el gobierno mexicano quiere que Trump
sea enérgico con los cárteles, porque están desestabilizando a su país y
México dejaría de ser un país y se convertiría en un “narco-Estado”.
Como queda claro, tanto Trump como Vance son perfectos ignorantes
de la realidad mexicana, frente al crimen organizado y el narcotráfico.
Y por eso las preguntas.
¿No saben, los señores Trump y Vance, que el partido político oficial,
de nombre Morena, fue financiado a partir de jugosas aportaciones del crimen
organizado y el narcotráfico?
¿No sabe Trump que existe una alianza de facto entre cárteles como el
de Sinaloa y el presidente mexicano?
¿No sabe que, por esa razón López Obrador es viajero frecuente a
Badiraguato, Sinaloa y que por eso dejó en libertad al “Chapito” al inicio de
su gestión presidencial?
¿No saben, Trump y Vance, que esa alianza es visible no solo en las
visitas presidenciales a Sinaloa, sino en la impunidad de que gozan las bandas
criminales que, incluso, son dueñas de no pocas alcaldías, de gobiernos
estatales y hasta llevaron al poder a la espuria Claudia Sheinbaum?
¡No saben los señores Trump y Vance que los ejércitos criminales no
solo financian candidatos de Morena, sino que compran votos y que tienen en
sus manos más de la mitad del territorio mexicano?
No, señor Trump, los cárteles mexicanos ya son dueños del poder en
México y la mejor prueba es que no pocos ciudadanos conocen a López
Obrador como el “#NarcoPresidenteAMLO”?
Y no, señor Vance, México ya es un “Narco-Estado” y la mejor prueba
es la política pública de “abrazos y no balazos”.
Al tiempo.