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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 14 de febrero de 2024.- De las colonias populares al distrito financiero de Wall Street, la cadena de tiendas de precios bajos, tiendas 3B o BBB Food sorprendieron este fin de semana al hacer su cotización formal en la bolsa de valores siendo una de las primeras empresas mexicanas de consumo en cotizar con un precio de salida de 589.1 millones de dólares, distando mucho esta cantidad de los precios que oferta en sus instalaciones y mucho más lejos de sus populares orígenes.
Aunque es una tienda de reciente popularidad en San Luis Potosí, desde 2005 esta empresa ha logrado cosechar algunos triunfos expandiéndose de la Ciudad de México y el Estado de México, logrando en menos de un año ampliar su red de cobertura y realizar lazos empresariales importantes con marcas del sector de precios bajos y de marcas con menor renombre, pero con productos a precios competitivos que, ante una escalada inflacionaria, alivian los bolsillos de las familias.
En sus no más de cuatro pasillos sus precios destacan por su color amarillo y negro, sin gran publicidad, pero con el atractivo del precio acaparan la vista de las jefas de familia que tienen que estirar el dinero lo más que pueden.
Enclavada en las colonias populares, en los núcleos que las grandes cadenas olvidaron, en espacios de oficinas antiguas, en terrenos con ubicaciones donde hay grandes vialidades, con un ofrecimiento de renta para todo aquel que disponga de un terreno con ciertas características y dimensiones, la tienda minorista ofrece atractivos planes de inversión para quienes quieran gustosos invertir en la cadena o asociarse.
En un recorrido por estas tiendas es posible observar un constante flujo de personas, no al nivel de un centro comercial o una cadena internacional, pero en sus pasillos siempre hay gente comparando precios y calidad, pero sobre todo una variedad de productos que algunas cadenas comerciales no ofrecen al minorista.
Entre los productos que más compran las amas de casa, la mayoría es de producción nacional, pero de marcas poco conocidas como la pasta, el frijol, la harina, el jabón y el jamón, el cual no pasa cada uno de entre los 15 y 25 pesos en promedio, en ese rango de precios se mantienen no más de 50 pesos productos en presentaciones reducidas, incluso la marca ofrece algunos cortes de arrachera en 70 pesos.
Con cuentas en promedio de no más de 500 pesos para una despensa pequeña, tal vez para una semana, las madres acompañadas de sus hijos tachan en la libreta los productos que adquirieron siempre con la tranquilidad de que esta semana la inflación no rebasó su presupuesto.
Los productos en su mayoría pertenecen a una cadena mexicana de nombre Nuestro Campo, una marca que según su etiqueta cumple con las normas mexicanas y además tiene el etiquetado que requiere la Secretaría de Salud federal, presume trabajar con productores y campesinos mexicanos, aunque los productos se comercializan únicamente en sus tiendas, la distribución es amplia en el recorrido realizado por este medio.
Tan sólo en la Zona Centro de San Luis Potosí, en un rango no mayor de 2 kilómetros entre sí, pudimos localizar tres tiendas con un surtido normal, la dependienta de una de estas unidades nos comentó que los lunes es un día en donde las familias surten parte de su despensa, además de los viernes, cuando llega el pago semanal, más que pagos quincenales ellos reciben semanales, la mayoría de ellos en tarjetas de vales a los que los trabajadores del sector obrero pueden sacar provecho, comentó que los beneficiarios de programas sociales también acuden a surtir sus pequeñas despensas cada dos meses, cuando reciben los apoyos sociales.
Juanita, madre de tres hijos, señala que antes realizaba el súper en una conocida cadena de supermercados estadounidenses y para ella en ese momento los precios eran buenos; sin embargo, señala que el encarecimiento de algunos productos de la canasta básica la han hecho mezclar su súper con algunos productos de marcas poco conocidas y otros productos que por la calidad y sabor opta por mantener en la compra de la cadena tradicional.
Agrega que al principio no le daba confianza, pero hasta el momento los productos han salido bien, por lo que continúa desde hace más de siete meses comprando en la tienda.