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Trump, ¡uy que miedo!
468,000 millones de pesos. Según cálculos de Reforma, esta es la cantidad por la cual las megaobras de Andrés Manuel López Obrador se han excedido en sus costos. Una cantidad increíble y monstruosa, sin ser lo suficientemente benéficas para nuestro país como para justificar el enorme despilfarro que representan.
468,000 millones de pesos. Esta cantidad sola de excesos representa el presupuesto de algunas instituciones públicas como la SEP, la CFE, el ISSSTE o Pemex.
468,000 millones de pesos. Gastados en tres obras que de por sí eran cuestionables. El AIFA, un aeropuerto que no ha ayudado al aeropuerto original de la Ciudad de México y que se realizó por despecho y en provocación a quienes habían invertido en el aeropuerto original de Texcoco, una obra de clase mundial con toda la capacidad. Cabe destacar que uno de los argumentos esgrimidos por los chairos de la Cuarta Transformación era el ecocidio que se estaba llevando a cabo en el lago de Texcoco.
468,000 millones de pesos. Gastados en otra de las obras que también significó un gasto importante en este terrible dispendio, el Tren Maya, el cual resultó ser un ecocidio a toda vista y que tiene cuestionamientos desde la falta de proyectos ecosustentables, hasta el destino de los productos maderables que se derribaron, es decir, los árboles, o el atropello sufrido por varias etnias indígenas, sobre las que nuevamente se hizo caso omiso a sus decisiones sobre su territorio ancestral.
468,000 millones de pesos. Gastados en una refinería que, si acaso funciona, resulta ser muy poco importante para la producción petrolera. Como todos sabemos, está amenazada no solo por su ubicación estúpidamente elegida, que ocasiona múltiples inundaciones constantes en esa planta, sino que, programada para funcionar en estas fechas, aún no produce un barril de petróleo. Dos Bocas, el tercer elefante blanco de esta administración y oprobio directo de la 4T, sin duda.
Este monero, a pesar de su reticencia, desearía que no fueran estas las malas noticias. Pero si lo son, no solo se crearon tres megaobras faraónicas inútiles e irresponsables, sino que se creó alrededor de estas un enorme flujo de corrupción en el que se ve involucrada toda la nueva política mexicana y el ejército de nuestra nación. Más les vale que gane Claudia Sheinbaum y su 4T continúe en el poder, porque definitivamente, si gana cualquier otro que no pertenezca al círculo protector de AMLO, exigiremos todos los ciudadanos que quienes estén involucrados en estos actos de corrupción sean castigados como es debido.Corrupción que empieza desde la elección de estas obras intrascendentes y exageradamente costosas.