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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 17 de febrero de 2019.- La fábrica de Chocolates La Frontera abrió sus puertas al público interesado en conocer el proceso de producción y un poco de la historia de esta chocolatería que cuenta con más de 120 años en la industria.
La Frontera nació en el año 1890 en el municipio de Cedral, ante su crecimiento los fundadores se trasladaron a la calle Pascual M. Hernández en la capital del Estado y para dar mayor servicio y aumentar su producción, ocuparon las instalaciones en las que se encuentran hoy en día en el Anillo Periférico Norte desde el año 2000.
A la chocolatera llegan los granos del cacao que pasan por un proceso de limpieza y el tostado, que ayuda que el descascarillado sea más fácil; en esta parte del proceso el grano comienza a romperse hasta obtener una granilla. En la molienda, la semilla toma la consistencia de plastilina y se comienza a calentar hasta ser líquida para obtener la pasta de cacao, para luego mezclarse con azúcar y canela, de donde se obtiene el chocolate de mesa.
Aunque lo anterior parezca sencillo, estás etapas llevan un poco más de tiempo para poder convertir los granos a una esfera o tablilla de chocolate que disfrutan cientos de potosinos.
Primero, se inicia en el área de torrefacción, en dónde después de hacer la limpieza, el cacao pasa al tostado en el que se desarrollan los aromas y se elimina la humedad del grano, así como sus organismos termo resistentes. La temperatura, el tiempo y el grado de humedad depende del tipo de granos y de lo que se desee conseguir.
Cuando se obtiene el tostado deseado, los granos van al área de descascarillado, dónde una máquina se encarga de separar la cáscara de la granilla. Aunque en La Frontera sólo se utilice ésta última, la cubierta puede emplearse como alimento para ganado, en la industria farmacéutica o cosmética e incluso en el mole.
En la etapa de la molienda, se utiliza un molino de pernos de donde se obtiene la pasta del cacao que pasa, a través de bombeo, a un tanque receptor de donde salen placas de 6 kilos de las que posteriormente se obtendrán las diversas formulaciones del chocolate que se tienen en la fábrica.
Para obtener un chocolate suave al paladar se cuenta con un área de refinado con una máquina que procesa el cacao en cinco cilindros. Aunque también cuentan con otra más que mezcla, refina y conchea. Este último es uno de los pasos más importantes para obtener un producto de calidad, pues se desarrolla aún más el sabor y la textura, además de reducir la acidez.
En La Frontera el temperado se hace por medio del enchaquetado. El templado es el proceso de enfriamiento de la mezcla para que la cristalización de la manteca del cacao sea estable, esto evita la decoloración y la floración de grasa en el producto mediante la prevención de ciertas formas cristalinas en la manteca en desarrollo.
También cuentan con un área de moldeo con dos máquinas destinadas para la elaboración de chocolate para mesa. Además de una parte de moldeo automático en donde se introducen programas específicos para realizar el relleno de chocolate y chispas.
Por último, estrenarán una maquina nueva que les permitirá tener bobina plástica para empaquetar el chocolate para mesa en polipropileno, para una mejor presentación y una mayor vida de anaquel, que de ahí pasará a las manos de los consumidores.
Cuentan con una gran cantidad de operación manual para aprovechar los tiempos, por ejemplo, la fuerza de refinados esta activa cuando descansa la realización de chocolates para mesa. Además, utilizan bombos en la parte interna de la fábrica, con clima y humedad controlada por el tipo de proceso y para contar con una buena presentación del producto.
Con más de 50 presentaciones, manejan las diversas gamas de chocolate, desde blanco, con leche, semi amargo, amargo, 70 y 85 por ciento de cacao, cero azúcares, además de los productos de mesa. De estos últimos realizan más de 30 toneladas al mes.