
Finanzas conductuales: la clave para tomar mejores decisiones económicas
MÉRIDA, Yuc., 8 de noviembre de 2023.- El populismo feminista está al día, promovido y avalado por consejeros del INE, magistrados electorales y ministros de la Corte. Lo más respetable y sensato del espectro jurídico se ha vuelto rehén de la exigencia para que las mujeres alcancen mayor presencia en los cargos de elección, objetivo irrefutable, pero no a costa del proceso de democratización en la selección de candidatos y del derecho a ser votado. Los legisladores han sido omisos en legislar y esto ha llevado que sea el INE el que defina “lineamientos” que exceden sus atribuciones, como bien lo ha determinado el Tribunal Electoral.
Empoderados misóginos con un pasado de abuso y acoso a la mujer se suman a la causa en un afán de eludir responsabilidad, no de culpa ni arrepentimiento. En todo el país se padece la desigualdad de género, problema estructural y profundo, aunque la Corte tenga una presidenta por primera vez en su historia, que las Cámaras del Congreso sean presididas por mujeres, al igual que sean féminas las titulares de Seguridad Ciudadana y de Gobernación, como muchas otras en altos cargos en el gobierno y órganos autónomos, además de que seguramente una mujer será presidenta de la República. Pero esto no cambia la realidad: la desigualdad en oportunidades, labores y remuneraciones, la violencia en todas sus expresiones contra la mujer, el reiterado e impune acoso por superiores jerárquicos, etc., etc., etc.
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