Estudiante mata a su novia durante una clase en Bolivia
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de octubre de 2023.- Este miércoles, la justicia británica condenó a cadena perpetua, de la que deberá cumplir al menos 12 años en la cárcel, a Lewis Edward, expolicía acusado por extorsiones de carácter sexual a más de 200 menores. En Snapchat, Lewis se presentaba como un adolescente de 14 años.
Luego de ganarse la confianza de chicas menores de edad pidió a 210 de ellas, de entre 10 y 16 años, que le enviaran imágenes pornográficas que grababa de forma secreta.
La jueza Tracey Lloyd-Clarke dijo al tribunal que no podía obligar a Edwards a asistir para recibir su sentencia.
Al describir sus delitos dijo que «el acusado tenía un patrón de comportamiento. Se puso en contacto en línea con una chica. En el juicio desarrollado en Cardiff (Gales), fueron escuchados los testimonios de algunas jóvenes que pensaron en suicidarse, que sufrieron depresión y que se autolesionaron.
«El acusado se hacía pasar por un niño de su misma edad. Preparaba psicológicamente a sus víctimas, manipulándolas hasta que recuperaba el control. Cuando sus víctimas no cumplían sus órdenes, las amenazaba hasta que hicieran lo que les decían […] Incluso cuando le dijeron que la víctima se estaba autolesionando o tenía tendencias suicidas, el acusado no se detuvo», dijo.
Una menor le suplicó a Edwards que dejara de exigir imágenes y videos indecentes.
«Por favor, ¿puedes parar? Tengo mi GCSE (certificación de secundaria) mañana por la mañana, por favor, te lo ruego», le dijo.
El tribunal escuchó cómo otra de las víctimas le contó a su padre lo que Edwards le había estado pidiendo. Tomó el teléfono de su hija y le envió a Lewis un mensaje que decía: «Este es el padre [de la niña]. Detente ahora. Lo que estás haciendo es ilegal». Edwards sólo respondió: «Jajaja».
La jueza añadió, sin embargo, que «no utilizó su cargo de policía para cometer estos delitos».
Pero ella le dijo al tribunal que Lewis era la única persona responsable de sus crímenes.
Dijo que la sentencia de Edwards se vio «agravada por el período de tiempo durante el cual se cometieron estos delitos, el número de víctimas, el número de imágenes, casi todas imágenes en movimiento».
«Pensaba que hablaba a un chico simpático que me quería y que me hacía sentir bien», dijo una de las jóvenes. «Le dije que no quería enviar más imágenes y me chantajeó amenazándome a mí y a mi familia. Estaba aterrorizada», explicó.