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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 1 de septiembre de 2023.- Agosto registró el mayor número de cruces ilegales de familias en la frontera entre México y Estados Unidos en los últimos cuatro años.
Al menos 91 mil personas miembros de una familia (alguno de los padres con un hijo o más) fueron detenidas en la frontera sur de Estados Unidos en agosto, según cifras preliminares de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP, por las siglas en inglés) en manos de The Washington Post, quien publicó la noticia.
La cifra de agosto, a la espera de la confirmación oficial, representa un incremento respecto a las 86 mil 200 detenciones de núcleos familiares registradas en julio. Antes de esto, hay que remontarse a diciembre de 2022 para encontrar un mes que haya superado las 70 mil detenciones en la zona.
De ser ciertas las cifras adelantadas por el Post habrían entrado en agosto de manera irregular al país 45 mil personas más que en julio.
Entonces, la Patrulla Fronteriza detuvo a 132 mil 600 inmigrantes, de los cuales 60 mil eran integrantes de una familia.
El peligroso trayecto de miles de personas, originarios principalmente del Triángulo Norte de Centroamérica se hizo durante uno de los meses más calurosos de 2023.
En el Sector de Tucson (Arizona) se hicieron más de mil 100 rescates de inmigrantes que no soportaron las altas temperaturas de julio. “Desafortunadamente, también se hallaron restos mortales”, asegura CBP.
El Sector El Paso (Texas) informó recientemente que este año es más mortal para los migrantes. La región texana ha documentado 134 fallecidos, un incremento de 188 por ciento comparado al año fiscal anterior (octubre de 2021 a septiembre de 2022).
Una portavoz de Seguridad Interior afirmó al diario de la capital estadounidense que las autoridades aumentaron el mes pasado el número de vuelos de deportación de familias migrantes.
La agencia asegura que desde mayo se han enviado a sus países de origen a 17 mil personas que integran un núcleo familiar (de un total de 200 mil expulsiones).
La Administración Biden aseguró en 2021 que no detiene ni deporta a las mujeres que están embarazadas o lactando, una de las decisiones con la que pretende distanciarse de la era Trump, donde las familias eran separadas en la frontera a propósito como forma de desincentivar los cruces ilegales.
El presidente Biden acabó con esa medida cuando llegó a la Casa Blanca y prometió devolver humanidad a la política migratoria, pero el agudo incremento de cruces irregulares lo obligó a endurecer las medidas.