Libros de ayer y hoy
Una componente estructural de la Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, está en la agrupación por sociedades o asociaciones científicas, SAC (entes autónomos de cualquiera autoridad pública); en el caso de México está la Academia Mexicana de Ciencias y las Sociedades dedicadas a Historia, Matemáticas, Química y Física como muchas mas.
Las SAC entrenan y capacitan estudiantes que competirán en las olimpiadas de conocimiento respectivas.
Estas actividades han sido soportadas por las SAC en parte, hasta antes de 2018, con el recurso asignado por el gobierno federal a través del CONACYT (otrora o aun, no está claro, provisto el enredo jurídico que esta administración ha propiciado); hay paralelismos con el quehacer de las federaciones deportivas, lo retomaré al final.
En la administración federal actual se cerró el flujo de recursos a las SAC, para variar con la, muy trillada nunca demostrada, argumentación de corrupción con afectación en el financiamiento de la participación en olimpiadas del conocimiento y sus otras actividades, como congresos y promoción del conocimiento.
Los resultados de la reciente Olimpiada de Matemáticas arrojan información digna de analizar.
China y EUA ocupan los lugares 1º y 2º, con la correlación que son la dos primeras potencias del mundo, el 3º lo ocupa Corea del Sur, con crecimiento en CTI de altísimo ritmo, en la lista de los primeros diez están, en orden Rumania, Canadá, Japón, Vietnam, Turquía, India y Taiwán; México e Israel empatan en la posición 14 de 20.
En contraste, Reino Unido y Alemania ocupan los lugares 13 y 20, respectivamente; alguien simplista podrá concluir que entonces la competitividad en esta clase de estrategias no necesariamente se correlaciona con el desarrollo de un país; sería conclusión falsa, de hecho, esos países captan a talentos desde olimpiadas, veamos.
Mientras potencias mundiales, consolidadas o emergentes, ocupan los primeros 5 lugares en la olimpiada de matemáticas, que se correlaciona con su posición en desarrollo económico, Reino Unido y Alemania apuestan a una estructura institucional sólida para soportar en CTI a su país; lo que no significa que China o EUA no lo hagan, de hecho, estos dos últimos combinan las estrategias.
Reino Unido tiene una red de universidades de la mayor calidad mundial al igual que Alemania, quien cuenta con dos redes de centros de investigación científica del mayor prestigio, una conformada ni mas ni menos que por los Max-Planck, con sedes internacionales y el mayor número de premios nobel, así nada más.
Lo consistente es combinar el apoyo destacado en la formación de cuadros científicos, formados por personas que destaquen por sus capacidades, con una estructura institucional para que en la adultez, esas y otras personas, consoliden a la CTI como su labor diaria.
Identificar y retener talentos tanto como fomentar su crecimiento y consolidación con instituciones sólidas es consecuencia de una política pública sostenida que asume a la CTI como uno de los pilares del bienestar y desarrollo social; al menos una de las dos estrategias debe existir, no ha sido el caso en México y recientemente ha empeorado ya que ni se apoyan a las SAC para olimpiadas ni se propician instituciones sólidas.
Lo que es claro es que de coexistir ambas estrategias incluso se logra incorporar a personas muy productivas aun cuando no hubieran destacado a nivel olímpico, también es inclusión, pues.
Un paralelismo con deporte está en la agrupación de espacialidad, los deportes acuáticos han ilustrado un camino; sin apoyo público federal han participado y obtenido el mejor medallero para México en la historia a pesar del desdén de autoridades.
La iniciativa privada es una opción, pero motiva una pregunta, entonces, ¿para qué “contratamos” servidores públicos con nuestro voto y les pagamos con nuestros impuestos?, para crear políticas públicas hacia la prosperidad y desarrollo social, cuando no lo hacen, hay que cambiar, en sus manos está el 2024.