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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 11 de julio de 2023.- Porfirio Muñoz Ledo, toda una institución en la vida política nacional, fallecido apenas el domingo 9 de este mes, dejó una huella profunda en la región Huasteca de San Luis Potosí, donde ayudó a transformar la economía regional por el respaldo que brindó al proyecto del luchador social, profesor Adalberto Trejo Castillo, para la construcción de un puente sobre el río Moctezuma que abriera una ruta comercial entre las regiones Centro y Sur de la Huasteca, conectando a los municipios de Tanquián de Escobedo con San Martín Chalchicuautla y Tamazunchale.
Don Adalberto Trejo, fue un prominente citricultor y productor de ganado de Tanquián de Escobedo, pero además un hombre empeñado en buscar el desarrollo y ampliar las oportunidades de mejoramiento regional.
Por aquellos años, el río Moctezuma dificultaba en extremo el intercambio comercial entre las zonas ricas en producción agropecuaria de la Huasteca Potosina.
Tanquián se había convertido en el gran centro comercial de la Huasteca, donde se vendían toda clase de productos y ganado vacuno que se movilizaba a distintos municipios de la región, el Estado y otras entidades del país.
Pero trasladar hatos de la zona Sur a Tanquián era toda una odisea; hasta 500 animales eran llevados cruzando la corriente con los riesgos que ello implicaba, mientras los vaqueros utilizaban lanchas de motor a manera de caballos para arriarlos.
Obviamente muchos animales se ahogaban o perdían peso por el largo recorrido. Funcionaba un chalán que movía otros productos y personas, pero en condiciones muy precarias.
El profesor Trejo Azuara estaba decidido a tocar puertas para gestionar la construcción de un puente, a lo cual por cierto se oponían los dueños del chalán, pero eso no lo detenía.
Entonces llegó una gran oportunidad, en 1971 el licenciado José López Portillo se postulaba para presidente de la República y recorría el país.
En su agenda por San Luis Potosí habría un mitin de apoyo en Tampamolón Corona, pero la caravana cruzaría por Tanquian de Escobedo; enterado el profesor Adalberto Trejo con toda audacia se atravesó con una carpeta en la mano al autobús donde viajaba López Portillo, generando que su equipo de seguridad lo rodeara.
Por una de las ventanillas se asomó Porfirio Muñoz Ledo, quien era su coordinador de campaña, para indagar lo que pasaba; se dirigió a Castillo, quien abriéndose paso se acercó para pedirle que le entregara al candidato la solicitud del puente, Porfirio lo miró con simpatía y aceptó.
Pero no todo quedó ahí, porque el profesor se trasladó al mitin de Tanquián, y al verlo
entre la multitud, Porfirio Muñoz Ledo fue hasta él y le dijo: «Profesor, aquí traigo su solicitud, no se la he entregado al licenciado porque quiero que lo haga usted personalmente, venga».
Lo subió al autobús, lo presentó con López Portillo y este lo escuchó por varios minutos y le prometió que cuando ganara construiría la obra.
Meses después, ya como presidente López Portillo, Muñoz Ledo se comunicó con Trejo Azuara y le pidió trasladarse al Distrito Federal para reunirlo con funcionarios de la Secretaría de Obras Públicas para diseñar el puente.
La sorpresa del profesor fue mayor cuando le comunicaron que no sería uno sino tres puentes para que se enlazaran no solo las zonas Centro y Sur de la Huasteca Potosina, sino con la de Veracruz.
Los puentes se hicieron realidad y surgió entre Porfirio Muñoz Ledo y el profesor Adalberto Trejo Castillo una gran amistad que perduró toda la vida, y cuyo recuerdo seguirá latente en las obras que se erigieron desde entonces.