Jugando con México
La oposición está demostrando que sólo es un archipiélago de intereses, que políticamente se durmieron y que no existe un verdadero liderazgo político con credibilidad. En este escenario, la peor expectativa está a la vista: varios candidatos opositores.
La actual configuración de la oposición presenta a bloques políticos, de poder, de presión, de intereses y de sentimientos que han demostrado no tener capacidad de racionalidad para ponerse de acuerdo y que faltan mecanismos internos de interpretación de la realidad y de búsqueda de consensos.
Con un proceso sucesorio en Morena que ha copado el ambiente mediático y con el tiempo encima, los grupos de la oposición sólo presentan una fragmentación hasta hoy determinante:
1.- Los tres partidos registrados de oposición PRI, PAN y Partido de los Chuchos.
2.- Movimiento Ciudadano que ya ha dicho en todos los lenguajes posibles que no se aliará a un frente opositor por desconfianza política.
3.- El grupo Va Por México de Claudio X. González y el expresidente de la Coparmex, Gustavo de Hoyos, que se sienten utilizados y manipulados por el PRIANREDE y encuentran cerradas las puertas de la candidatura presidencial.
4.- Una autodenominada sociedad civil que no es otra cosa sino un listado de políticos que han sido destripados en los demás partidos y que fracasaron en posiciones de poder, ahora presentándose como ciudadanos, aunque arrastrando todos los vicios del sistema de partidos. Se han identificado cuando menos 120 agrupaciones civiles que quieren su parte del pastel de la candidatura de oposición, una verdadera Torre de Babel.
5.- Un conglomerado sin forma de ciudadanos antilopezobradoristas que pican por aquí y por allá en busca de alguien que represente la antítesis de López Obrador, sea del grupo que sea y no importa que provenga de viejos grupos de poder del priismo. Un día aceptan a Lilly Téllez, otro día se desgarran las vestiduras por Xóchitl Gálvez y no falta oportunidades para seguir soñando con Lorenzo Córdova Vianello.
6.- Y una juventud de 18 a 25 años que está asqueada de la política, que carece de incentivos para siquiera informarse primero de lo que está ocurriendo y que se está sintiendo acarreada por los políticos manipuladores forjados en el priismo y sus alrededores.
Todas estas formaciones se asumen como sociedad civil y han enlistado ya alrededor de 50 presuntos precandidatos presidenciales, pero de entre todos quizá haya un par de ellos que no tengan experiencia política, aunque hayan participado en altos niveles de la administración pública, y ninguno con capacidad suficiente como para construir un liderazgo social en tres meses para llegar a la candidatura y luego meterse de lleno a una campaña con reglas sin ningún contenido moral, ético o democrático.
Lo que queda claro ya en el escenario de corto plazo es que el PRIANREDE pondrá su propio candidato y tendrá que ser un militante de sus partidos, con todo y la carga emocional y el lastre que arrastren esas organizaciones y sus dirigentes. Y que buscará ofrecerlo a las agrupaciones sociales como única posibilidad opositora. Los grupos del Señor X. no tienen más camino que seguir a la triada opositora, porque no hay tiempo para construir una candidatura independiente.
De ahí que el escenario opositor para una candidatura contra AMLO-Morena esté en manos de la astucia, inteligencia, maniobrería, lastres personales y biografías políticas negativas de Alejandro Moreno Cárdenas, Marko Cortez y Jesús Zambrano. Y los grupos opositores no partidistas que ha marchado en dos ocasiones se quedarán con un palmo de narices porque los intereses partidistas serán los que definan la candidatura opositora de los partidos registrados.