Diferencias entre un estúpido y un idiota
La propuesta trata de ganar tiempo y darle oxígeno a Maduro, mientras el venezolano se dice dispuesto a reunirse con Juan Guaidó “‘desnudo’ o en el pico Humboldt, voy a pie, en moto o en carro”.
Andrés Manuel López Obrador pasó de la presunta no intervención en Venezuela, a la complicidad con Nicolás Maduro.
Se trata de ganar tiempo con la propuesta de una solución negociada al conflicto con la intervención de México y Uruguay de Tabaré Sánchez, sin embargo, la sociedad venezolana cruzó el Rubicón el 23 de enero a paso digno y firme, sin retorno, y lo que sigue es la rendición del dictador, tal vez coronada con una inmerecida amnistía que evite un derramamiento de sangre de despedida.
Los gobiernos populistas suelen fraternizar hermandades, así se construyeron los países del Alba, el club latinoamericano de dictaduras guiadas por la hazaña cubana enfrentada al Goliat norteamericano, una historia llena de infamias contra un pueblo sacrificado por la nomenclatura de los Castro.
No hay historias de éxito en esto, y acá en México el líder de 30 millones de pronto se convirtió en palero del dictador, con el propósito de darle oxígeno y tender una trampa más al pueblo venezolano cansado de infamias.
Nadie creyó la farsa de la Doctrina Estrada, y ante la insostenible situación en Venezuela, López Obrador y Marcelo Ebrard Casaubón no dudaron en comprometer a México del lado equivocado de la historia, en el polo de la tiranía y del genocidio, tal vez como medicina preventiva.
En la desesperación, en rueda de prensa desde el Palacio de Miraflores Nicolás Maduro invitó de nuevo a un supuesto diálogo con representantes de la Asamblea Nacional, señaló que propone encontrarse con el presidente encargado Juan Guaidó, así sea ‘desnudo’ o en el pico Humboldt.
Dijo Maduro: “Si tengo que ir a encontrarme con este muchacho de gorrita y capucha (Guaidó) en el pico Humboldt a las tres de la mañana voy, si tengo que ir con capucha, voy…si tengo que ir desnudo, voy, como haya que ir, a pie, en carro o en moto, porque creo en la palabra y que hoy más temprano que tarde se abra camino para un diálogo razonable y sincero”.
En contraste, Juan Guaidó, ya como Presidente Encargado de Venezuela ofreció una rueda de prensa en la plaza Bolívar de Chacao ante una multitud que lo aclamó con la esperanza de un futuro mejor después de 20 años de miseria y represión chavista.
Corearon los venezolanos: “Presidente, presidente”, “¡Guaidó, amigo, el pueblo está contigo!”, “¡Sí se puede!”.
Y hasta los más reacios bajan la guardia. Este mismo día, en la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en Panamá, un grupo de jóvenes exhibió una manta contra Nicolás Maduro frente al Papa Francisco, donde piden orar por Venezuela #PrayForVenezuela.
A lo largo de la ruta panameña el Pontífice vio muestras de repudio a Maduro y la oración por las víctimas en Venezuela, a la hora del Ángelus, la Santa Sede emitió un comunicado donde Francisco se pronuncia por las víctimas y por el cese la violencia, pero sin tomar partido por ninguna de las partes, sin embargo, con esa suspicacia y delicadeza hacia Maduro, el Vaticano mantiene la sensación de apoyo a quien 13 países pronunciados del Grupo de Lima consideran dictador y potencias de la Unión Europea reconocen a Guaidó como Presidente Legítimo.
Mientras tanto, el gobierno de López Obrador y Ebrard le avientan un indignante salvavidas ¿por qué será..? El martes escribí en este espacio ¿Qué le debe López Obrador a Maduro..?