Trump, ¡uy que miedo!
La confianza de que todos los caprichos serán cumplidos por una supuesta altura moral, y la razón por decreto, metió en un problema mayúsculo a la Guardia Nacional.
Se espera una gran desbandada en la dependencia de la Secretaría de Seguridad con el regreso de elementos del Ejército y de Marina que fueron “convencidos” con la promesa de que se respetaría su antigüedad, prestaciones, salarios y tiempos de jubilación como militares.
Sin embargo, con la resolución de la controversia constitucional en la Suprema Corte (SCJN) de la ministra Norma Lucía Piña Hernández, para frenar la iniciativa del paso de la Guardia Nacional a la Secretaría de la Defensa del general Luis Crescencio Sandoval, todas las promesas se vinieron abajo.
Esa fue una de las causas del visible coraje de Andrés Manuel López Obrador en la mañanera del viernes, que la Secretaria Rosa Icela Rodríguez tendrá que hacer una labor de convencimiento en toda la tropa de la Guardia Nacional, para que no regresen al Ejército y a la Marina del Almirante Rafael Ojeda Durán.
Nada fácil para el presidente y para la titular de la SSPC, porque, como dijo AMLO a los ministros: “es puro choro”, ya que, como “la ley es la ley”, las promesas pueden durar lo que resta del sexenio, por lo pronto, sonó el clarín de retirada en la Guardia Nacional para la reinstalación en la Sedena y la Semar.
Así que al General Viajero VIP no tendrá la supersecretaría que le prometió el Presidente, y que en un futuro se convertiría en la única Secretaría militar y tendría bajo el mando a la Marina como subsecretaría. Un viejo anhelo en la pugna inter castrense.
Malbarató el Avión Presidencial por supuesta “falla de origen”, ahora van por rematar el CIP Playa Espíritu
Una supuesta falla de origen fue la coartada para malbaratar el Avión Presidencial “José María Morelos y Pavón” Boeing 787-8, y así darle carpetazo a un enredo que provocó ridículas escenas, desde rifas simuladas hasta rentas para fiestas y eventos.
Pero se acerca el final del sexenio y hay que enterrar esos ridículos, esas ideas que parecen geniales, donde el autor no ve la estupidez que los demás sí, y son exaltadas por el círculo rojo con frases cómo: “Maravillosa idea, ¡cómo no se nos había ocurrido rifarlo señor Presidente!”.
El avión valuado o adquirido en el gobierno de Felipe Calderón a 114.6 millones de dólares, y valuado a la fecha en 150 millones de dólares, fue rematado al gobierno de Tayikistán en 92 millones, por esa supuesta “falla de origen”, un pretexto donde el graderío exclamaría “¡no mam…!”.
Con esa historia de la cultura de las cundinas, Andrés Manuel López Obrador también trató de rifar el Centro Integralmente Planeado (CIP) “Playa espíritu” ubicado en Escuinapa Sinaloa, con un rotundo fracaso.
De este lleva al menos dos rifas, primero fueron lotes fraccionados del terreno vendido en el 2009 por el ex gobernador del PRI, Antonio Toledo Corro (rancho “Las Cabras”), a Fonatur bajo el mando de Miguel Gómez Mont, en el sexenio de Felipe Calderón.
Lo compraron a casi cuatro veces la valuación real, esto es, de 300 millones de pesos, Fonatur firmó por 1,123 millones, de ese tamaño el atraco en un forzado proyecto donde se hicieron maquetas y se puso una escultura de la “propela” el logo de Fonatur, y hasta el momento sigue abandonado, donde se instaló un hotelito para albergar a los inversionistas que nunca llegan, y de pronto se acuerdan y van y riegan el jardín de la entrada.
Después de la venta del Avión Presidencial, habrá que estar muy atentos a ver en cuanto malbaratan el centro turístico CIP “Playa Espíritu”, otro de los enredos de López Obrador que será finiquitado para borrarlo de la lista de los fracasos.