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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de enero de 2019.- El doctor Miguel Aguilar Robledo, director de la Facultad de Ciencias Sociales y Humanidades de la Universidad Autónoma de San Luis Potosí (UASLP), consideró necesaria la conformación de la Guardia Nacional, pero advirtió que no será una solución mágica para resolver la inseguridad que azota al país.
La propuesta de la Guardia Nacional, juzgó, es una ratificación del presidente Andrés Manuel López Obrador, en su periodo como candidato y ahora como gobernante del país, de la gravedad de las condiciones de violencia e inseguridad que se vive en toda a República.
Durante su campaña como candidato, recordó, estableció que iba a regresar a los militares a los cuarteles, un objetivo que a su parecer se mantiene, pero en el que se tuvo que ajustar los tiempos y su integración.
En el conocimiento del doctor Aguilar Robledo, la idea es que la Guardia se integre en un inicio por la policía militar, la naval y la federal, pero también se prevé el reclutamiento en 3 años de 50 mil nuevos integrantes.
Agregó que de los ajustes que se hicieron a la propuesta es que la guardia esté bajo la jurisdicción y mando del secretario de Seguridad Pública, Alfonso Durazo, y no del secretario de la Defensa Nacional, general Luis Crescencio Sandoval.
Indicó que el hecho que se haya reincidido en el pinchado de ductos evidencia que el Estado, con sus 5 mil soldados y las fuerzas de seguridad, no tienen la fuerza para resolver la protección de instalaciones que son estratégicas para la seguridad nacional.
Señaló que se demuestra que hay una necesidad incuestionable de aumentar el número de efectivos y de generar un cuerpo nacional de seguridad, integrado con profesionalismo. La idea, opinó, es que los integrantes de la guardia reciban una instrucción militar que cuente con grados equivalentes, pero que sea una fuerza civil.
Una vez que esté integrada la Guardia, esta debe convertirse en una fuerza civil, con la capacidad de una institución que cumpla con los estándares internacionales y que se cuente con una presencia policiaca por el número de habitantes, pues estudios demuestran que México es deficitario, a nivel municipal, estatal y nacional de indicadores de la cantidad de policías que se requieren por cierta cantidad de habitantes.
Señaló que un punto de tensión muy importante, reconocido, es que los operativos no son suficientes como estrategia de prevención, de control y atención para los ilícitos que cometen las diferentes bandas criminales.
Añadió que no hay que perder de vista la Guardia Nacional. Sin embargo, este no debe ser el único instrumento de seguridad que debe considerar el Estado, pues tiene que trabajar en las estrategias de desarrollo social para prevenir y atender a las poblaciones más vulnerables, que son las más implicadas en la formación y reclutamiento de las bandas criminales, carteles, etc. que operan en el país.
Indicó que mientras no se atienda lo anterior, esa dimensión social de la seguridad, las bandas van a continuar teniendo una gran cantidad de prospectos de jóvenes y niños para reclutarlos, incluso amenazados y forzados a incorporarse a las filas del crimen organizado.
Los niños y adolescentes reclutados por el crimen organizado, para utilizarlos como “halcones”, es decir espías, se invisibilizan en el territorio donde operan las bandas criminales, lo que vuelve muy ineficaz la operación de los cuerpos policiacos y del ejército, pues puede ser un sistema incluso más eficiente que el del Estado.
Para el doctor Aguilar Robledo, la Guardia Nacional es un buen instrumento, pero se debe estar atentos para evitar que se militarice la seguridad y que se cumplan con los plazos establecidos.
Por el momento, señaló, el ejército cumple una función transitoria de seguridad pública, que no es la asignada por la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, pues su tarea es salvaguardar la soberanía y las instituciones que son estratégicas para la seguridad nacional.