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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 23 de enero de 2019.- Cuando la fe desborda, no hay nada que detenga a un Sanjuanero, quien se distingue siempre por ser incansable.
Este miércoles 23 de enero, cerca de 500 peregrinos partieron en la llamada Caravana Nacional de la Fe, desde la capital de San Luis Potosí hasta San Juan de Los Lagos, Jalisco, para visitar a la milagrosa Sanjuanita.
Desde las 6:00 de la mañana los Sanjuaneros se reunieron en la Parroquia de Nuestra Señora de los Dolores, de la colonia Morales. Los 10 grados de la temperatura ambiente con sensación térmica de mucho más frío, no impidieron que adultos mayores, niños, bebés, señoras y jóvenes, se alistaran para emprender el viaje de la devoción.
Aún no sale el sol y los peregrinos se organizan, comparten lonches, café, atole y ponche antes de entrar a la iglesia, donde el padre Félix Cabrera será el encargado de dar un mensaje y la bendición de las imágenes de la Virgen de San Juan.
Dar ejemplo de fe, esperanza y caridad, es la encomienda de los viajeros, quienes atestiguan la devoción del pueblo.
Quienes peregrinan a San Juan de los Lagos por primera vez, aprenden a caminar de nuevo, cuales niños que dan sus primeros pasos, pero en un sentido espiritual. Dicen que la peregrinación es el camino perfecto al encuentro celestial: Dios es el destino y la Virgen es el camino.
El párroco hace una oración por el bien de los peregrinos. Bendice las imágenes y rocía agua bendita a los creyentes listos para partir. Salen de la iglesia; ya clareó. «Ya me voy a caminar» se oye en repetidas ocasiones, y es la señal de que el viaje está por comenzar.
Los Sanjuaneros van cargando a sus vírgenes, van sosteniendo su fe en ese caminar. Llama la atención la fuerza de la fe de muchas personas, especialmente de los ancianos, cuyos ojos, facciones y posturas encorvadas están llenas de historias.
La primera ruta de los Sanjuaneros potosinos va de la colonia Morales a Lomas, primera sección, para tomar la salida a Guadalajara. En ese trayecto atravesaron el parque de Morales y la avenida Manuel Nava. Lanzan cánticos, unos ríen y otros lloran, pero de alegría. Los más viejos se cansan; duele el cuerpo pero se regocija el alma.
Dos ejemplos son dignos de contar: la señora Delfina Castillo que ha peregrinado a San Juan por 54 años consecutivos, y hoy a sus 92 años, aún muestra el ánimo y la fe para hacerlo una vez más después de haber enfermado de bronquitis; por su parte, el señor Victorino, de 66 años, sorprende por el hecho de realizar el viaje descalzo; cuenta que decidió hacerlo así en pago de un milagro concedido por la Virgen de San Juan, quien lo cuidó, dijo, tras sufrir un grave accidente.
Antes de caminar por la carretera, los Sanjuaneros llegaron a una gasolinera que sirvió como punto de reunión con otros peregrinos. Previo a partir definitivamente, fueron alimentados por una organización de comerciantes. Agradecidos, desayunaron y convivieron unos minutos más, pues desde ese momento ya los esperaba una semana de camino.
Los Sanjuaneros llegarán a su destino el primero de febrero. Llegarán con los pies y el corazón hinchados, plenamente satisfechos de cumplir con su misión: dar ejemplo de fe, esperanza y caridad. Y de regreso a casa volverán a gritar: «Ya me voy a caminar».