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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 22 de enero de 2019.- El grupo de divulgación “Carambas. Desarrollo del Pensamiento”, que trabaja en la red de divulgación del Consejo Potosino de Ciencia y Tecnología (Copocyt), en colaboración con la Asociación Edukino, la Secretaría de Cultura y la Cineteca Alameda, brindarán por segunda ocasión el “Taller de Cine para Niños. El Cine, Cien Años de Juventud”.
Aunque este proyecto lleva 22 años en Francia, llegó a México hace tan solo cuatro años, mientras que en San Luis Potosí comenzó dos años atrás.
Olivia García, encargada del grupo Carambas comentó que el proceso creativo del taller es “muy bonito”, pues gracias al trabajo de la Cinemateca Francesa con el cineasta Alain Bergala, quienes envían fragmentos, películas y ejercicios, se trabaja de la mano con los niños con actividades de juego y filmes en los que se les cuestionan “que se imaginan, que piensan que va a pasar para ir desarrollando la creatividad”.
Las clases se basan a través de juegos, pues los niños no toman apuntes, como cuando se estudia cine de manera profesional. Se aprovecha su creatividad para ser enfocada a la creación de historias y su forma de contarlas.
Comentó que no es difícil trabajar con ellos, pues aunque son de diversas escuelas, se integran rápidamente, “es la ventaja de los niños. Los sueltas y parece que se conocen de toda la vida, que se conocen de toda la vida”. Además de que se da el trabajo en equipo y aprenden a respetar las ideas de otros “no hay esa competencia”.
Señaló que los cortometrajes no se quedan solo en la difusión local, pues son presentados en foros académicos. El año pasado se presentó “Ana en Otoño” en Argentina, Sevilla, París, mientras que en México se dio su difusión en Morelia y la capital potosina.
La Cinemateca Francesa envía la temática del taller para cada año en los que se deberán de centrar los talleres que son impartidos en 45 países diferentes alrededor del mundo.
Durante la pasada edición la temática se centró en “Lugares e Historias”, por lo que este año será “La Situación” en los que se les presenta a los niños fragmentos de películas de los que rescatan situaciones que detonan historias para, posteriormente, hacer una lluvia de ideas para que cada niño aporte lo que imaginen para afinar el trabajo.
Indicó que este tipo de trabajos les ayuda mucho a los niños, pues les inculcan valores como el respeto, el trabajo en equipo y el considerar a las demás personas, además de siempre recordar a todos lo que estuvieron involucrados en el trabajo, “y eso es muy bueno, porque en una sociedad donde somos tan competitivos y queremos el yo, pues que los niños aprendan a trabajar y hablar desde el nosotros estamos haciendo esto, les da una idea completamente diferente”.
Agregó que al saber que el cortometraje iba a ser presentado en otros países, “una de sus preocupaciones era: cómo le vamos a hacer para traducirlo a todos los idiomas o para que los niños de otros países nos entiendan”, por lo que optaron en reducir al máximo los diálogos y contar su historia de forma completamente cinematográfica.
Para la creación del cortometraje, se les indica que debe haber un guionista, un director y todas las personas que involucra este tipo de trabajo y ellos son los encargados de elegir su casting y designar que rol va a cumplir cada uno.
Señaló que el trabajo de los adultos es la asesoría y el apoyo, “explicarles en el momento algunos detalles, pero fuera de ahí, en realidad los niños son los que lo están haciendo (…) ellos son los que revisan”.
Por otra parte, Diana Lucia Reyes Ramos, de 11 años y guionista del cortometraje “Ana en Otoño”, comentó que todos los niños del taller fueron parte del taller, pues primero se hicieron tres equipos para crear cada uno, una historia. Cuando fueron presentadas, se encargaron de elegir la que estaba mejor escrita.
Silvana Shirel Uresti Saldívar, quien fue la protagonista del corto con nueve años de edad, comentó que se sintió “muy feliz” por trabajar con sus compañeros y al hacer su trabajo. El apoyo que surgió como equipo para discernir que agregar o quitar a su historia.
Al ser la primera vez en que participó como actriz en un corto, contó que se sintió un poco nerviosa al estar frente a la cámara y actuar, aunque eso no le quitó el encanto pues espera volver a participar en el taller.
Aranza Rodríguez García, de nueve años y encargada de la sonorización, comentó que fue muy difícil en un principio, pues tenía que aprender a sostener el micrófono boom y que no entrara dentro de las tomas de grabación. Aunque contó con la ayuda de otro compañero para ayudar a sostener el micrófono.
García comentó que para este año la convocatoria, abrió más el rango de edad, de ocho a 12 años, pues en la edición pasada solo se admitió la participación hasta los 11 años.
El nuevo taller comienza el próximo sábado 26 de enero en las instalaciones de la Cineteca Alameda y tendrá una duración hasta el último fin de semana de mayo, pues durante la primera semana de junio, el cortometraje resultante será presentado en París.