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Uso de resistencias eléctricas en regaderas puede causar accidente mortal
Frente a la complacencia de la mayoría de los mexicanos respecto a qué hace o deja de hacer López Obrador, hay algo de positivo en el legado de estos tiempos. No necesariamente son la medida de este gobierno, pero sí de lo que los ciudadanos esperarían de quien tome posesión el 1º de octubre de 2024 como presidente(a) de la República. Mucho de ello tiene que ver con el fracasado combate a la corrupción.
La austeridad de los funcionarios es un aspecto no necesariamente indicativo de probidad o de honestidad, incluso puede propiciar las imposturas, el engaño y la mentira. Se es austero en la medida de que lo que se muestre o pueda probarse, pero en la discreción puede haber dispendio y exceso. Tres asuntos conspiran contra la falsa austeridad: la declaración patrimonial, obligación de la persona; las redes sociales o forma de auditoría pública, a veces mezclada con la maledicencia, y la UIF, o uso político, discrecional e ilegal de las instituciones del Estado, practicado por este gobierno para detectar todas las transferencias bancarizadas de la persona, de sus socios, proveedores y familiares.
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