Protestan rapartidores de Uber y Rappi en SLP
SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 1 de noviembre de 2022.- A principios del siglo XVIII el río Santiago y río Españita eran caudalosos y permanentes los cuales rebosaban en época de lluvias inundando la ciudad
En ese entonces había una bella mujer procedente del Real de Charcas; era de muy buenos modales, educada y singular belleza casada con el hijo de un próspero minero, pero un día, ella cedió a las propuestas de un apuesto galán que la pretendía. La mujer, al ser descubierta por su marido les dio muerto a él y a su amante.
Huyendo de la justicia llegó a San Luis Potosí, donde se dedicó a la vida galante. Después de un tiempo quedó preñada y dio a luz a dos bellos gemelitos, que ella cuidó con esmero hasta la edad de un año, tiempo en que se dio cuenta que le estorbaban.
Un día se fue a bañar a los Charcos de Santana llevando consigo a los dos niños; una vez dentro
del agua los soltó dejando que la corriente se los llevara. Tras unos momentos se arrepintió y quiso salvarlos pero la corriente era tan poderosa que ella misma estuvo a punto de ahogarse, comenzó a pedir ayuda y fue rescatada, sin embargo nada pudo hacerse por los gemelos.
Cuando la llevaron al hospital pedía a gritos que salvaran a sus hijos, y desde entonces pasó el resto de su vida buscando a los pequeños en los Charcos de Santana y en el río Santiago a donde desembocan todas las corrientes de San Luis Potosí, culpándose de haberlos ahogado hasta el día de su muerte.
La leyenda dice que por las estrechas calles de San Luis comenzó a verse a una mujer vestida de blanco que al caminar dejaba una estela que emanaba reflejos luminosos.
Deambulaba generalmente después de las doce de la noche a la espera de encontrar a sus pequeños hijos.