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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 7 de octubre de 2022.- De San Luis Potosí, se desprende una de las leyendas más tristes que deshace el corazón de quienes la escuchan.
Claudia Zulley era una joven de belleza extraordinaria, siempre portaba vestidos elegantes y sombreros que resaltaban su hermosura y autenticidad. Al cumplir16 años, conoció a un chico llamado Rodolfo de quien pronto se enamoró y con el cual comenzó un noviazgo que duró por varios años, hasta que en una noche, Rodolfo le pidió matrimonio y como prueba de su compromiso le obsequió un bonito anillo de oro blanco que había pasado de generación en generación en su familia.
Claudia felizmente aceptó, por lo que ese mismo día fijaron la fecha de su boda para poder sellar el gran amor que se tenían. El fijado para la boda, en una mañana de otoño, Zulley se vistió de blanco y se preparó para acudir al Templo de San Miguelito.
Ella se encontraba muy entusiasmada con su boda; sin embargo, jamás imaginó que ese día se convertiría en el peor de su vida, ya que su amado jamás llegó al templo. Zulley lloró desconsoladamente, pues pensaba que Rodolfo había muerto, creyendo que esa sería la única razón que explicaría la ausencia de su prometido.
Rodolfo desapareció y nadie volvió a saber de él, aun así Claudia Zulley esperaba todos los días, vestida de blanco en el jardín de San Miguelito, a que su amor regresara.
Luego de un tiempo comenzó a perseguir a los hombres que transitaban en dicho jardín, pues en cada uno de ellos veía el rostro de Rodolfo. Por esta la razón la gente comenzó a llamarla la Loca Zulley. Luego de unos años a causa de la tristeza, Claudia murió y fue enterrada en el panteón Tecuán, que se encontraba tras el templo de San Miguelito.
De acuerdo con antiguos testimonios, se dice que el espíritu de la Loca Zulley se hace presente en el Barrio de San Miguelito, pues todavía sigue a la espera de que regrese su amado Rodolfo.