Reforma en el bachillerato, un paso hacia la modernización educativa
En esta columna se han detallado algunos casos de investigación científica y cómo es que las políticas públicas en Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, generan beneficios a la sociedad mas allá de satisfacer la curiosidad por conocer y desenmarañar el universo.
Es el caso de la misión Artemis 1 para viajar, de nueva cuenta, a la Luna, luego de medio siglo; como nota al calce Artemisa, según la mitología griega era hermana gemela de Apolo, nombre de las misiones sesenteras.
¿Por qué los Estados Unidos de América, EUA, y China han entrado a la carrera por la Luna luego de medio sigo de la carrera espacial de EUA y la extinta URSS?
Por hegemonía.
Hace medio siglo se argumentaba carrera por armas transoceánicas, control de proyectiles, misiles y muchos mas.
De aquella carrera espacial se derivaron computadoras digitales, giroscopios miniatura, satélites de telecomunicaciones, el GPS (ese que usa en su dispositivo móvil), materiales en telas, cerámicos conductores de electricidad y un larguísimo etcétera.
La vida como la conocemos es, en una enorme medida, resultado de esa carrera espacial, con todos los elementos de bienestar y generación de riqueza de países.
En la generación llamada de los Baby Boomers un cuestionamiento yacía por decenios; ¿para qué invertir esa millonada si hay tanta hambre en el mundo?
El cuestionamiento tenía en parte razón, a la postre sigue sin atenderse las necesidades mundiales de las personas y países mas desfavorecidos, es factura pendiente; que se cobra con migraciones masivas, por ejemplo.
No obstante, es irrefutable que, por otra parte, la vida moderna, como ya dijimos, es resultado en gran medida de tales inversiones; el gran reto es alcanzar un balance; la consideración por sólo una parte para genera políticas públicas en CTI es de una visión miope y criminal, destina a millones de personas a la vida de antes de la carrera espacial.
Las políticas públicas del Siglo XXI, locales y globales, deben consideran ambos aspectos, beneficios reales, no discursivos, y generación de riqueza y comodidades de una vida a partir del conocimiento propio en CTI.
Pero retornemos a la pregunta de la actual carrera entre EUA y EUA; Japón, Europa y otros serán actores de balance de fuerza.
Es una carrera por fuentes para generación de energía y fabricación de materiales; son parte de las componentes mas fuertes atractivas para las multimillonarias inversiones en la nueva carrera por la Luna; ya no es sólo pisar ese satélite, es explorar su explotación; en la Luna hay cantidades mucho mayores de 3He e hidrógeno, H; elementos químicos para la fusión y producción de agua.
Se trata de helio-3, 3He, un isótopo no radiactivo que puede ser usado para la generación de energía mediante la fusión nuclear que arroja subproductos y desechos que no son radiactivos, ni contaminantes y de sencilla contención.
Energía y agua hacen viable el desarrollo de una colonia humana en la Luna para la explotación de minerales y materiales (se ha reportado, que hay un millón de toneladas de materiales para producir 3He y con ello energizar a la Tierra por miles de años.
Además, esa energía y una estación espacial lunar abren la posibilidad de alcanzar misiones a Marte, la fuerza de gravedad lunar es menor que la terrestre, por lo que los lanzamientos a Marte serían menos costosos.
Finalmente, para hacer sostenible los efectos de Artemis 1, es imprescindible que el desecho de aeronaves espaciales se reduzca, para que sea viable se requiere la reutilización en varios ciclos de trabajo de las astronaves, estamos en el borde de esa tecnología.
Con la torpe política pública de la administración actual en CONACYT, pues, a México sólo le alcanzará para que el suspirante canciller diga en sus redes sociales que le invitaron al lanzamiento, sin que se entere de nada mas.
Volveremos a ser testigos a la distancia con algunos “garbanzos de a libra” que por esfuerzo personal alcanzan algún grado de involucramiento en la importante tarea de CTI por la Luna.