![](https://sanluispotosi.quadratin.com.mx/www/wp-content/uploads/2025/01/WhatsApp-Image-2025-01-23-at-7.54.25-AM-107x70.jpeg)
Oposición no regatea la unidad nacional ante llegada de Trump
En muchas ocasiones hemos oído que se usa la una frase muy sobada que es “repetir hasta el cansancio“ cuando se habla de algo que se reitera frecuentemente, para hacer énfasis en un mensaje. Desde el proyecto electoral previo a las votaciones federales del 2018 este monero ha tratado de hacer ver que, aunque en apariencia el grupo político que hoy nos gobierna se pinta de forma diferente a los demás que conforman el espectro público nacional, en una esencia muy básica completamente iguales a toda la perrada política nacional.
Normalmente en el ámbito político, los partidos y las corrientes del poder suelen diferenciarse principalmente en sus ideologías. Y si bien eso llegó a ser claramente tangible en el pasado, el grupo que encabeza Andrés Manuel López Obrador conocido como MORENA o la cuarta transformación, debería de ser distinguido por el conjunto de propuestas, estrategias, metas y también los valores, fundamentos y objetivos como cualquier partido o corriente democrática.
Pero desde su fundación todos estos conceptos han surgido, no de un cúmulo de ideas democráticas sino de la mente y sensibilidad de una sola persona. Un solo ser humano. Un mexicano. Un político criado dentro del sistema desde muy joven. Las propuestas de este partido, y por supuesto del presidente y líder Andrés Manuel López, se fundamentan en lo que él interpreta como las necesidades del pueblo. Si bien se ha dado a la tarea de escuchar al pueblo raso, le ha faltado la capacidad para discernir, analizar e interpretar estas ideas y los estudios o capacidades (incluso el consejo de aliados) para convertirlas en hechos y logros.
Nunca ha podido convertirlas en verdaderas líneas de acción o estrategias que se fundamente primero en la ley, segundo en la idiosincrasia de nuestro país y tercero en la actualidad que sin duda vivimos globalmente. Esto es lo que debería hacer un político, y debe de saber que implica ciertos sacrificios en donde no todos los escuchados serán atendidos, donde no todas las necesidades de individuales pueden ser satisfechas, mucho menos los caprichos, aún cuando sean de grupos, aún cuando sean de organizaciones bien cimentadas.
Y sobrellevar esto implica una fortaleza de espíritu que sólo poseen los verdaderos líderes. Aparentemente eso es lo que ha logrado al someter a la oposición, que normalmente se ciñe por entre las cúpulas de poder no político como es el empresarial o el de la opinión pública impresa. Pero en realidad hemos notado varias veces que el presidente se sometió a la presión de un grupo para denostar a otro. Es el caso de la educación pública, cuando por sexenios se había tratado de evitar el cáncer corporativo que significa el poder combativo del grupo conocido como la CNTE hoy se encuentra en la máxima posición de poder a la que podría aspirar un sector como es el magisterio.
Y no es que haya escalado por capacidad, razonamiento, trabajo, impacto positivo en la sociedad o desarrollo político. La CNTE ha crecido porque el presidente hizo promesas desde el tiempo de campaña que ahora tiene que pagar. Me imagino que cuando hablaba de un tigre que tenía en su bolsillo, parte de ello era este grupo.
La nueva secretaria de educación, sustituyendo a la gran Delfina, quien fuera una gran decepción y aún así se ha ganado el orgullo de encabezar las elecciones al Estado de México por parte de MORENA, es una persona allegada a este grupo político magisterial, la CNTE, que en varias ocasiones ha tomado el camino del terrorismo, la guerrilla, la subversión y la extorsión pública.
Leticia Ramírez sin una preparación adecuada para llegar a ser la ministra de educación de un país, hoy sonríe desde su nuevo puesto al que ha llegado por la vía de la satisfacción gonádica de su majestad, el Peje.
Sus credenciales se dan principalmente en el ámbito de la lealtad, el compromiso y la militancia a sus banderas gremiales y políticas, no en la del trabajo, las propuestas o el desarrollo político nacional, como fuera en el caso de Esteban Moctezuma, quien en su momento fue mucho más digno del puesto que Delfina o Leticia. Y había “asegunes” en referencia a él.
Este monero, no se cansa de repetir hasta el cansancio (ahí disculpen ustedes los puristas ) que al final de cuentas si filtramos las apariencias, las presunciones verbales, las caras diferentes, los colores, las creencias y las muy falsas en envestiduras con que estos se atavían, en realidad los políticos de MORENA o la cuarta transformación vienen siendo exactamente lo mismo que cualquier otro grupo político de nuestra nación. Este cambio de estafeta en la SEP, es una demostración más de tal caso. Y precisamente, estimado lector, lo que este monero ha pretendido desde antes del 2018 y hasta la fecha (o hasta el cansancio ) es que dejen los fanáticos de mirarlos como algo más que un grupo de humanos con las mismas carencias, idiosincrasia, errores e intenciones ocultas que cualquier otro grupo político que me mencione, solo cambian los colores, las palabras, los nombres y hasta ciertas posiciones pero al final de cuentas solo buscan la satisfacción del poder personal, el dinero o la perpetuidad de sus amigos.
Son la misma porquería que conocemos desde siempre como “política a la mexicana “
Para acabar voy a agregar solamente que la intención de señalar todas estas tristes realidades es que en algún momento dejemos de mirar los por sus resplandecientes mantos del mesías o sus sonrientes caras de personajes de telenovela y empecemos a pensar como civilización, a cuestionarlos y a exigirles desde nuestra posición ciudadana. Ese es el mínimo deber que tenemos como patriotas mexicanos.