Preparativos para una amenaza llamada Trump
En algunos países se pretende que la verdad concreta y verdadera emane desde el poder, como sucede recientemente en México dónde se realiza una comunicación oficial facciosa, propagandista, y su análisis les irrita.
Esta entrega trata de información intencionalmente exagerada, por decirlo gentilmente, en dos esfuerzos públicos para infraestructura en Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI.
Una da a conocer el Laboratorio Nacional de Vacunología y Virus Tropicales en México (LNVVT), en la Escuela Nacional de Ciencias Biológicas del IPN, dónde, dicen, se hará “investigación de frontera de virus de alta patogenicidad como los de covid-19, influenza, VIH, dengue, chikungunya y zika” -el VIH no es tropical, pero bueno- informaron los titulares de CONACYT, IPN y de la subsecretaría de Prevención y Promoción de la Salud federal.
El subsecretario ensalzó el logro y aseguró, según medios, que el LNVVT “permitirá recuperar la soberanía en la producción de vacunas”, y que “aportará no sólo al conocimiento, sino a la capacidad de realizar ensayos clínicos y preclínicos, lo que nos llevará a desarrollar nuestras propias capacidades biotecnológicas”.
Es la misma jerga, soberanía, desarrollar nuestras propias capacidades y bla, bla, bla.
El comunicado presume una inversión de 52.8 millones de pesos, mdp, para construcción y equipamiento, ante lo cual inmediatamente vino a mi mente “será de juguete”; los detalles pueden leerlos en (https://www.jornada.com.mx/2022/06/12/politica/007n1pol).
Sin duda es aire fresco para el IPN, mas todavía para la escuela donde se ubica el LNVVT; es un logro de gestión en estos tiempos aciagos para la CTI.
Pero de ahí a que 52.8 mdp vayan a resolver el problema nacional de enfermedades tropicales contagiosas como Zika, Chikungunya, Influenza y Dengue, pues, dista de la realidad.
Vamos por partes.
52.8 mdp equivalen tan sólo a 2.7 millones de dólares, mdd, depende del tipo de cambio, aquí se consideró19 pesos por dólar.
Los reportes públicos que se pueden encontrar en literatura abierta coinciden en que algunas firmas farmacéuticas recibieron 1 mil mdd por 100 millones de dosis de vacunas anti-COVID; los costos por dosis van de 10 a 19.5 dólares por dosis.
A nivel global, un reporte de CARE (https://www.care.org/news-and-stories/health/the-case-for-u-s-investment-in-global-covid-19-vaccinations/) señala que se han estimado costos de 190 mil mdd; sólo para vacuna anti-COVID.
Es decir, un laboratorio como el LNVVT nomás alcanza para medio formar recursos humanos ya que son poco mas de 2.7 mdd de edificio y equipo contra los 190 mil mdd para la producción señalada.
La producción de vacunas necesita laboratorios (el LNVVT puede ser parte), fábricas de elaboración farmacéutica, distribución con manejo adecuado, administración de recursos, etcétera.
Eso es tan sólo para la vacuna anti-COVID, falta el resto para enfermedades contagiosas de alta patogenicidad; ¿de qué soberanía en la producción de vacunas hablan?
Es el mismo caso en la información, aunque con un poco de mesura, sólo un poco, que hace pública la Secretaría de Educación, Ciencia, Tecnología e Innovación de la CDMX.
Hicieron saber de una renovación en un instituto de la UNAM -es decir, la UNAM ya contaba con un laboratorio y se le dio una remozada- aun así, hay exageraciones en los alcances de este laboratorio.
Ambos casos son exagerados, de hecho, el laboratorio de la UNAM no fue protagónico en las necesidades recientes por la pandemia de COVID-19.
No se mal interprete, celebro que el IPN o la UNAM tengan un laboratorio con el cuál formarán recursos humanos, pero hasta ahí llega la justa medida que tiene ese acto público, incluso requerirán mas inversión para actualización.
La comunicación oficial propagandista busca engañar, es exagerada información facciosa.
Es distinto cuando se dan a conocer actos públicos en una justa medida del impacto que se proyecta tengan estos; este caso es de información verificable que difícilmente se puede clasificar como propaganda.