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Inclusión social: gobierno humanista de Claudia Sheinbaum
En la infancia y pubertad aprendí que Plutón era un planeta para enterarme de adulto que era un error; cierto, ante la evidencia científica no lo es, hasta donde sabemos, los últimos planetas son los gigantes congelados Urano y Neptuno, Plutón es un satélite.
Es resultado y ejemplo de una educación con base en el conocimiento y su evolución.
En el caso de los cuerpos de nuestro sistema solar se ha acelerado la evolución del conocimiento luego de la tecnología derivada de proyectos espectaculares en sondas estelares y telescopios.
Lo mismo ha sucedido con otras áreas del conocimiento; la economía, sociología y mas no se escapan de esta realidad: La evolución en la generación y aplicación del conocimiento hace evolucionar en efecto cascada a las sociedades, a la humanidad toda.
En economía, los estudios de sistemas dinámicos han sido concluyentes para el llamado equilibrio de Nash.
El equilibrio de Nash ha revolucionado los conceptos socioeconómicos y su aplicación a la manera de negociar entre mercados; mas aún, recientemente impulsa cadenas de bloques (conocido como blockchain) para productos y mercados sin descontar asociaciones de personas con fines productivos no necesariamente utilitarios.
Como estos ejemplos hay miles, se puede saturar esta columna, así como libros y bibliotecas enteras.
El punto es que no se debe educar con ideología sino con fundamento científico, en laicidad; sin credos ni opiniones sino con hechos para desarrollar habilidades y aptitudes.
Con la premisa anterior entro en materia.
El ejecutivo federal ha desenmascarado sus intenciones en temas de educación elemental y media; educar con ideología comunista, es un retroceso mas, la educación debe ser laica y cimentada en la ciencia y el conocimiento actual.
El subsecretario para el sector de la educación pública dicta una verborrea en un panel con arcaísmos discursivos y conceptos superados científicamente.
Luego, esa intención se concatena con la noticia que las bases magisteriales concentrarán su nómina en el gobierno federal; es centralismo del Siglo XIX y desprecio a la soberanía de las entidades federativas.
Pero no sólo es eso, es control de una masa con efectos electoreros; además de quienes serán encargados del adoctrinamiento cuatroteísta.
Esto es grave materia de la política pública en Ciencia, Tecnología e Innovación, CTI, por al menos dos razones.
La primera, es el desuso intencional del conocimiento generado, asimilado y aplicado en la educación elemental y media, cualquier doctrina debe encontrar su nicho en otros ámbitos del quehacer humano, no en la educación formal.
La segunda, mucho más grave, es la formación sesgada por adoctrinamiento de nuevas generaciones; las cuales, de insertarse a la formación en CTI, no habrán asimilado que un cimiento del progreso es el conocimiento en conjunto con su aplicación como tecnología e innovación.
Todo perversamente amasado en control del magisterio con nómina centralizada.
La federación juega políticamente “reconstruir nuestra infraestructura educativa, no lo que hoy se está discutiendo a nivel nacional, vemos un ánimo centralista”, dijo el gobernador de Jalisco; “desde ahorita les decimos, con Jalisco no cuenten”, concluyó.
Vendrán mas declaraciones de gobernadores, excepto de aquellos alineados a designios obtusos unipersonales.
Entonces ¿este es un primer paso para luego afectar a la educación superior? Se provocan sospechas sobre lo acontecido en CONACYT en relación a la CTI, ¿es todo esto un plan? … de eso trataba el anuncio de una transformación a inicios de la actual administración.
El problema es que las iniciativas cuatroteístas son involucionarias y no revolucionarias ni progresistas; ya el año pasado se dio un mandato de los gobernados a través de la elección federal intermedia, no ha sido comprendido en Palacio Nacional, no lo querrán entender.
Sólo una educación laica, científica y formativa en capacidades, habilidades y aptitudes abrirá oportunidades a las nuevas generaciones mexicanas.