Aplicará IMSS más de 391 mil vacunas en campaña contra el VPH
Sin desperdicio las entrevistas contrastadas de Roberto Zamarripa en Reforma. Mario Delgado, Santiago Creel y Beatriz Paredes. Tres puntos de vista diferentes, resultado no sólo de partidos o posiciones distintas, también de trayectorias. Paredes Rangel es una digna sobreviviente de la debacle del PRI, de izquierda como se llama a sí misma, y que ha actuado en consecuencia especialmente para ver por la gente del campo.
Santiago Creel es otro sobreviviente. Su buen juicio y sensatez han servido a la causa del PAN. Luchador desde la sociedad civil por la transición democrática, consejero electoral del IFE en tiempos cruciales para la institución, abogado de prestigio y Secretario de Gobernación en los inciertos momentos de la primera alternancia. Preside la importantísima comisión política del PAN y es figura relevante en su representación en la Cámara.
Por Mario Delgado hablan sus actos. Sus palabras carecen de la sustancia de otros dirigentes de la 4T. Se esfuerza en hacer el caso como partido gobernante y justificar decisiones muy polémicas, su referencia es la gente, ni siquiera el pueblo; elude hablar de reglas e instituciones que posibilitan y dan sustento a la participación popular. Sus malquerientes en la propia organización lo han disminuido. No es el líder seguro y con claridad del momento y del destino que se requiere con miras a la sucesión presidencial. Al igual que tantísimos otros en el entorno del Presidente no aporta; se somete y abunda en lugares comunes. Como sucedía con los dirigentes del PRI, casi siempre. Se actúa para administrar el poder, no para representar a la sociedad o a parte de ésta.
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