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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 11 de diciembre de 2018.- Muchas veces viajamos a lugares, pero realmente no llegamos a conocerlos, para ser un experto viajero conocedor, hay que ir mucho más allá de los lugares emblemáticos donde decenas de turistas pueden tomarse la clásica selfie; uno de estos lugares, se ubica en la comunidad de Palomas, a tres kilómetros de la entrada de Villa de Reyes, donde además de conocer las ruinas de una estación de tren, podemos disfrutar de la gastronomía tradicional de este municipio.
Para llegar a la comunidad de Palomas, es necesario viajar sobre la carretera 57 y tomar el entronque al municipio de Villa de Reyes, justo en la entrada del municipio, hay que tomar la desviación a la derecha, y seguir por una carretera pavimentada por alrededor de tres kilómetros hasta llegar a un camino rústico para llegar a Palomas.
El sitio lo habitan alrededor de 100 personas, a escasos metros se ubican algunas casas con gente que ni siquiera se asoma para ver quien llegó, todos son discretos, guardan su distancia con los desconocidos, pero al preguntarles cualquier cosa, responden amables, sonrientes y señalan que las gorditas más sabrosas, son las de la señora Lupita.
Doña Guadalupe Martínez Orta, es originaria de Palomas, hace más de 40 años que aprendió a hacer tortillas, las gorditas las hace a mano, a la mujer le sobra práctica, atentamente, te dirige hacia unas rústicas mesas que en el frente tienen una mesa con todos los guisados que puede ofrecerte, huevo rojo, huevo verde, chicharrón, rajas, frijolitos refritos y queso molido.
A un costado de ella, se encuentra incrustado en la pared un pequeño horno “mágico”, con una puerta que mide aproximadamente 80 centímetros de ancho, 90 centímetros de alto y 80 centímetros de profundidad. Esta se divide con una rejilla, debajo de ella un montón de leña carbonizada encendida con un fuego rojo vibrante, pero con la temperatura adecuada para dar al comal la temperatura perfecta para que las gorditas se cuezan totalmente pero sin quemarse.
Estas gorditas se acompañan de un buen té de canela, al que puedes agregar café soluble y azúcar al gusto, mientras saboreas tu gordita.
El sabor realmente es único, si pruebas una en el comal, y otra del mismo guiso pero dorada en las brasas, puedes identificar un sabor humeado, pero el sabor es incomparable, mientras tanto el lugar, se empieza a abarrotar, a pesar de esta alejado de la cabecera municipal.
“El negocio lo abrimos de miércoles a lunes, solamente descansamos los martes, pero gracias a dios tenemos lleno todos los días, y estamos listos para atender a la gente a partir de las 8 de la mañana a 12 del medio día, porque la comida tradicional de las gorditas, son perfectas para el desayuno; los fines de semana, tenemos mucha gente, pero nos damos abasto para atender a todos los que llegan, pero eso sí, vénganse abrigados, porque aquí si hace frío esta temporada”, explicó doña Lupita, mientras nos servía la segunda ronda de gorditas.