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SAN LUIS POTOSÍ, SLP., 25 de octubre 2021.- Un niño de 11 años, llamado Brandon, decidió seguir el oficio de su padre y se convirtió en tatuador, en la ciudad de Puebla.
El menor lleva casi dos años de experiencia y reveló que ha realizado alrededor de 20 tatuajes, entre los que destacó un cráneo que le realizó a su padre, luego de que este le hiciera prometer que no bajaría su rendimiento escolar.
Cabe mencionar que desde los nueve años comenzó a preparar la mesa de trabajo con todos los materiales necesarios para poder realizar los tatuajes.
«Me gusta mucho dibujar y mi papá trabajaba y a mí me interesaba mucho, me llamaba mucho la atención. Me empecé a meter en el estudio y yo lo ayudaba. Comencé armando mesa y plantillas, hasta que un día tuve la oportunidad de decirle que si me podía enseñar», señaló Brandon.
Asegura que él ha recibido apoyo de sus tíos y de amigos de ellos, debido a que le deja practicar en sus cuerpos para que le sirvan de lienzos y así aprender las diferentes técnicas.
«Mi primer tatuaje fue el más nervioso, después me empezó a gustar y se me quitaron los nervios. Me gusta cuando empiezo a tatuar, me entretengo», señaló Brandon.
El pequeño tatuador sueña con mantener esta actividad, a pesar de que también anhela con enrolarse a la Secretaría de Marina o estudiar una carrera universitaria para desarrollarse como persona.
Su padre reveló que antes de tomar una aguja de tatuar por primera vez, empezó dibujando frutas, como una naranja a mano alzada en la que ya reveló cierto talento y después practicó con piel sintética.