El macartismo de Sheinbaum discrimina a millones de ciudadanos

● ¿Cual es tu problema si millones de ciudadanos se definen de
derecha, de izquierda, de centro o conservadores? discriminas,
atacas las libertades, y al mismo tiempo toleras a los dictadores de
Latinoamérica.

Mal asunto cuando escuchas fascinado el canto de las sirenas.
Eso le está pasando a Claudia Sheinbaum Pardo. Me dicen que pierde el
piso con rapidez por las insistentes porras de grupos de Morena en
constantes halagos a la “Presidenta”.

La Jefa de Gobierno ha radicalizado su posición, con pasos más cercanos
al odio evangelizador de Andrés Manuel López Obrador que a cierta
distancia que mostró hasta junio.

¿Está nerviosa por temor a un volantazo en las preferencias de Andrés
Manuel..?

El pleito con la UNAM y los presuntos “conservadores” la meten en un
campo de batalla innecesario, mientras Marcelo Ebrard y Ricardo
Monreal sonríen complacientes.

La cordura, congruencia y tolerancia, ausentes en López Obrador, es lo
esperado por los 53 millones de adultos que no votaron por el líder de la
Cuarta Transformación, a los que habrá que sumarle los decepcionados
que sí votaron por él en 2018.

Sin motivo alguno, Claudia se subió al ring con Claudio X. González, tal
vez está urgida de foro para demostrar su fidelidad a prueba de ridículos,
pero se equivocó la Jefa de Gobierno al tacharlo de fascista, neonazi
“como son los de derecha” (video https://youtu.be/vUjmCnOEnPs).

El hecho es que se subió a la ola discriminatoria con que Andrés Manuel
ataca a todo aquel que no se le somete, y lo hace con listas macartistas en
la mañanera.

Me hubiera gustado una furibunda respuesta a López Obrador cuando
defendió al impresentable Félix Salgado Macedonio en el proceso electoral de Guerrero, pero no, Claudia hizo una vergonzosa defensa del
multi acusado de abuso sexual y violación.

Ese cariz de pseudo izquierda me recuerda a todos los que sentían fervor
por Juan Domingo Perón, cuando el argentino mantenía una cercana
amistad con Francisco Franco.

En consonancia con su jefe, Claudia puede difamar a la UNAM, pero son
incapaces de reprobar a la rabiosa pareja de dictadores nicaragüenses
Daniel Ortega y Rosario Murillo que han asesinado, torturado y exiliado a
centenares de opositores e incómodos.

Te equivocas Claudia cuando exaltas la visita del títere de la dictadura
castrista Miguel Díaz-Canel, en un sistema brutalmente represivo que
proscribió la democracia desde hace sesenta años, y mantiene un infame
control sobre la población.

De igual forma te equivocas en las alabanzas al boliviano Evo Morales,
tratando de hacer diferencias entre dictaduras suaves y férreas. Las
dictaduras son dictaduras y a este lo frenaron en Bolivia, y lo rescatan y
galardonan en México.

Te equivocas con la inmoral cercanía de la Cuarta Transformación, de la
que dices formar parte con orgullo, al tiempo en que, como parte del
obradorismo, mantienen complicidad con el gobierno chavista de Nicolás
Maduro, en la trama para reventar a la Organización de Estados
Americanos (OEA).

Chávez y Maduro han echado de Venezuela con métodos fascistas a
alrededor de 5 millones de ciudadanos, una cantidad mayor a los que echó
la bota de Francisco Franco en España.

No te equivoques Claudia al exaltar a las dictaduras de pseudo izquierdas
en Latinoamérica, todo por un proyecto de megalomanía y poder al que
estás dispuesta a representar y a tomar la riendas a partir del 2024.
Los espero este martes a las 3:30 en RadioFormula y Teleformula en el
programa de Eduardo Ruiz-Healy

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