La magistrada presidenta del TEPJF dijo que el país se desprende del “piso engomado”
-La OEA salió fortalecida del foro de la CELAC, nada le sale bien a la 4T. El fracaso de Ebrard afianza a Sheinbaum en la sucesión presidencial
Por el lugar de honor de Miguel Díaz-Canel, en el desfile militar del 16 de septiembre, y en los festejos patrios, debemos entender que el reflejo del proyecto de gobierno de López Obrador en el régimen de Fidel y Raúl Castro va muy en serio.
La pregunta es si se construye algún pacto militar que englobe a países ideológicamente afines de la región, ya que las casualidades no existen en política.
De último momento antes de iniciar la Cumbre de los Estados Latinoamericanos y del Caribe el sábado, “cayó de sorpresa” Nicolás Maduro. Su llegada marcó el cronómetro de la ruta explosiva que toma el gobierno de López Obrador.
El sigilo de la presencia del dictador venezolano fue el factor que evitó que algunos mandatarios cancelaran asistencia. La foto con Maduro y la manipulación de la cancillería de Marcelo Ebrard sobre la simbología del evento, dejó helados a la mitad de asistentes a la CELAC.
Pero nada les sale bien. La nebulización de la soberbia les impide ver que la presencia de los dos dictadores -nomás faltó el impresentable Daniel Ortega de Nicaragua- sería la nota a nivel internacional.
Así que eso de aplastar a la Organización de Estados Americanos (OEA) tuvo que ser guardada, después de la golpiza entre Luis Lacalle Pou de Uruguay contra Díaz-Canel (video https://youtu.be/TGdQF24KRKk), y Mario Abdo Benítez de Paraguay contra Nicolás Maduro en el Foro (video https://youtu.be/Nz-PN-fb1Cg).
La bravuconería quedó totalmente inhibida, como la actitud de Andrés Manuel, se veía desorientado, como un invitado de palo, manipulado por Marcelo Ebrard que hace todo lo posible por desplazar a Sheinbaum en las preferencias del líder.
En cambio, Claudia Sheinbaum debe estar enfriando la champaña por el tremendo tropezón del Secretario de Relaciones Exteriores, que ya cojeaba de una pata por los 27 muertos de la Línea 12 del Metro. Uno menos, pués.
El narcisismo de este grupo debe estar inflamado, es evidente la ceguera ante la previsible reacción ciudadana, con la presencia de estos dos entes tóxicos de Latinoamérica: Maduro y Díaz-Canel.
Con el puro discurso del premier cubano dos meses a
trás, contra los manifestantes en las calles de la Habana y otras importantes ciudades de la isla, bastaba para desinvitarlo.
En julio pasado, el brazo derecho de Raúl Castro convocó a los “ciudadanos comunistas de Cuba a enfrentar a los manifestantes, en cualquier lugar que se pronuncien”. Afortunadamente, más allá de muestras paleras de grupúsculos favorecidos con la dictadura, no llegó a desgracia.
Pero no, la política exterior de López Obrador y Ebrard Casaubón concentró esfuerzos en fortalecer las tiranías de Latinoamérica como reacción a la derrota de Donald Trump.
El socio republicano fue echado de la Casa Blanca y quedó en la historia de la vergüenza el viaje del presidente mexicano a Washington, en apoyo a Trump, con el propósito de incidir en la votación de los paisanos ciudadanizados en Estados Unidos.
Así que, a pesar de los coqueteos discursivos de Andrés Manuel con Joe Biden, y el presunto limado de asperezas por el oso con el republicano, no hay mayor respuesta que el formalismo cordial de la política exterior, en el marco de la llegada del embajador Ken Salazar.
Salazar bateó a Andrés Manuel en la petición de levantar el bloqueo comercial a la isla, “Seguiremos buscando la democracia en Cuba, tenemos asuntos bilaterales más importantes con México”, dijo.
La imagen del discurso del Zócalo con el presidente de México y el de Cuba tiene semejanza con el mensaje intrínseco de las reuniones públicas de Hugo Chávez, Fidel Castro y Evo Morales, posteriormente reeditadas por Nicolás Maduro con Raúl Castro y Evo Morales.
No deja de preocupar el acompañamiento del Ejército Mexicano de Luis Crescencio Sandoval y Ricardo Trevilla en todo esto, más ahora que es parte del proyecto personal de López Obrador, como iniciativa de ley que enviará al Congreso con el propósito de conformar un bloque con la Guardia Nacional, con lo cual tendrá injerencia en operativos civiles.
Chávez, Maduro, Fidel y Raúl Castro cimentaron su poder en el Ejército. Evo Morales no lo hizo y fue echado por la oposición para instalar el interinato de Jeanine Añez en Bolivia, ahora Luis Arce Catacora, su ex ministro de Economía, tiene la batuta y Evo está observando cómo pierde rápidamente fuerza y se debilita en el partido Movimiento al Socialismo. Su palabra ya no es ley.
Andrés Manuel pidió a Biden que levante el bloqueo a Cuba, y a los cubanos de Miami que perdonen la dictadura de Fidel y Raúl Castro, ahora en las manos formales de Miguel Díaz-Canel.
La comunidad cubano – americana, republicana por antonomasia, ha ejercido una gran influencia electoral en Estados Unidos, y define en gran medida el rumbo de los presidentes en la política con la isla, sobre todo en el primer cuatrienio como base de la reelección.
Como dijo ayer López Obrador de Cuba: “El haber resistido 62 años sin sometimiento, es una indiscutible hazaña histórica”, una flagrante mentira, el sometimiento durante estos 62 años es del régimen de los Castro al pueblo cubano, pero se trata de construir una narrativa para blindar de cualquier crítica exterior a las atrocidades interiores.
Díaz-Canel estuvo en Palacio Nacional el día de la toma de posesión de López Obrador en el 2018, acompañado por Nicolás Maduro y Evo Morales, entonces presidente de Bolivia. Ahora no representa nada y su sucesor, Luis Arce Catacora toma distancia poco a poco.
Del zafarrancho en el foro de la CELAC ya sabemos todos, aquí les dejo los videos para la historia de los desaciertos y desconciertos de la Cuarta Transformación (video https://youtu.be/OiHRDHr7ya4).
Los espero este martes a las 3:30 en RadioFormula y Teleformula en el programa de Eduardo Ruiz-Healy
Twitter: https://twitter.com/hugopaezoficial o @HugoPaezOficial
Facebook: https://www.facebook.com/HugoPaezOficial/
Columnas anteriores https://literalmexico.com/category/opinion/otros-datos/