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SAN LUIS POTOSÍ, SLP, 2 de septiembre de 2021.-Cubrebocas, lentes de protección, caretas, guantes y demás basura generada por la pandemia de Covid 19, tardará hasta 250 años en degradarse; solo en 2020, Oceans Asia estimó 1.56 mil millones de mascarillas arrojadas al mar.
Desde el punto de vista ecológico presenta un riesgo en dos líneas: la carga viral de cada artículo y el impacto ambiental del mismo, ya que en su mayoría se encuentran productos plásticos.
De acuerdo con Ricardo Hernández, Médico general, es necesario tener un protocolo adecuado para el manejo y depósito de materiales con residuos que sean posible fuente de alguna carga viral, más actualmente porque si bien no se transmite al contacto en superficies, después de algunas horas se debe mantener una importante higiene.
Sara Hernández, activista de ecología, estima que no se ha implementado una medida puntual en el manejo de residuos biológicos-infecciosos, ya que si bien se crearon campañas de cómo deshacerse de material quirúrgico como jeringas o vendas, en la mayoría de los casos son los hospitales los que cuentan con el apoyo de una empresa privada para el manejo de estos.
Si bien la Secretaría de Ecología y Gestión Ambiental (Segam) dice que deben desechase de forma separada los residuos como cubrebocas o caretas, al momento de la recolección de basura esta medida pasa a ser irrelevante, ya que no existe un centro de recolección o acciones concretas para que estos productos no contaminen el ambiente y hasta la fecha no hay un estimado en toneladas de cuantos cubrebocas, caretas, guantes o botellas de alcohol en gel han sido desechadas en la entidad.